Tú eres quien puede lograr el objetivo de autocontrol empleando estrategias que puedes aplicar ante situaciones en las que te sientes desbordada. Es más sencillo de lo que crees, aunque requiere un esfuerzo por tu parte. Entre las estrategias que favorecen tu autocontrol destacarían: 1-Evitar pensar única y continuamente en lo ...
Tú eres quien puede lograr el objetivo de autocontrol empleando estrategias que puedes aplicar ante situaciones en las que te sientes desbordada. Es más sencillo de lo que crees, aunque requiere un esfuerzo por tu parte. Entre las estrategias que favorecen tu autocontrol destacarían:
1-Evitar pensar única y continuamente en lo que te preocupa
Vivir con una excesiva preocupación afecta a tu salud y reduce tu autocontrol. Aunque resulta complicado aislar un pensamiento porque cuanto más lo deseas, más aparece, es posible conseguirlo realizando alguna actividad gratificante para ti que lo sustituya.
2-Prestar atención a tu comportamiento
Si dedicas una parte de tu tiempo a analizar correctamente las situaciones en las que te ves envuelta, te será más fácil percibir signos y señales que se repiten en tu conducta. Cuando intentas detectar tus hábitos y rutinas diarios, has iniciado el control de aquellos comportamientos que deseas modificar.
3-Modificar hábitos inadecuados
Cualquier cambio precisa tu motivación, ánimo y compromiso. Conductas como dejar de fumar, ir al gimnasio o hacer dieta, pueden constituir un primer paso, aunque sea costoso, para mejorar tu autocontrol.
Inicialmente te constará un gran esfuerzo pero, a medida que lo hagas mantenido en el tiempo, las nuevas conductas saludables sustituirán a las nocivas y comenzarán a ser más automáticas. No lo olvides porque es fundamental perseverar para lograr ese nuevo comportamiento que tanto deseas.
4-Prestar atención al ambiente
En ocasiones, es el entorno el que te anima a actuar de una manera determinada. Existen muchos fumadores sociales, por ejemplo, que mantienen el hábito por seguir conectados a un grupo. Si tu problema es que realizas compras compulsivas, evitar ir a un centro comercial en momentos de tristeza o aburrimiento sería una buena opción. Lo mismo sucede si deseas dejar de jugar o de beber alcohol; si quieres evitar hacerlo, serás capaz de controlarlo si te alejas de los lugares en los que es posible ejecutar esa conducta.
Cambiar la conducta dentro del entorno suele ser complicado, por lo que una estrategia podría ser alejarse de él y buscar otras opciones satisfactorias.
5-Dedicar tiempo a relajarte
Resulta fundamental identificar tus conductas y prestar atención a tus emociones. Cuando tengas dudas o te sientas nerviosa o enfadada, es necesario parar y recuperar tu tranquilidad para evitar tomar decisiones apresuradas e irracionales.
Una de las técnicas para calmarte y practicar el autocontrol puede consistir en respirar profundamente, contar del 1 al 10 y cerrar los ojos hasta lograr volver a tu estado "normal". También la meditación podría ayudarte a conseguir un estado de relajación necesario para lograr autocontrol.
6-Liberar las tensión
Resulta esencial canalizar adecuadamente los impulsos o preocupaciones que perturban tu ánimo y bienestar. Disfrutar de un baño relajante con sales y velas, practicar ejercicio, pasear por un lugar agradable o hacer senderismo pueden ayudarte a reducir la tensión y potenciar el autocontrol.