Los cuencos tibetanos han existido durante miles de años y son un elemento común en las prácticas de curación con sonido o sonoterapia. Desde cuencos tibetanos del Himalaya, hasta los cuencos tibetanos de cristal o cuarzo, estos instrumentos crean sonidos encantadores que pueden acompañar a una variedad de rituales y prácticas. ¿Qué ...
Los cuencos tibetanos han existido durante miles de años y son un elemento común en las prácticas de curación con sonido o sonoterapia.
Desde cuencos tibetanos del Himalaya, hasta los cuencos tibetanos de cristal o cuarzo, estos instrumentos crean sonidos encantadores que pueden acompañar a una variedad de rituales y prácticas.
Los cuencos sonoros son instrumentos que producen diferentes sonidos y tonalidades, dependiendo de su tamaño y material. La forma de hacerlos sonar es golpeándolos con un mazo de madera o girando su perímetro (el denominado barrido) también con el mazo.
La terapeuta de sonido y profesora de meditación Sara Auster, comenta que existen varios tipos de cuencos tibetanos del Himalaya hechos de metal, de cristal, de cuarzo y hasta hechos de sílice, arena. "Los cuencos tibetanos han existido durante miles de años, y hoy en día, los puedes encontrar a menudo en centros espirituales, estudios de yoga, baños de sonido, estudios de grabación etc...
Puedes tocar un cuenco tibetano en un entorno grupal, como un baño de sonido grupal, o solo.
Según la maestra de reiki y sanadora con sonido Susy Schieffelin, estos cuencos son populares en las curaciones porque sus vibraciones únicas "tienen la capacidad de cambiar la energía, eliminar bloqueos y restaurar la mente, el cuerpo y el espíritu a un estado equilibrado", explica, la adición de otros instrumentos, también se utilizan en la curación con sonido "para crear frecuencias curativas que pueden tener un efecto relajante y restaurador", agrega.
Como agrega Auster, los hermosos sonidos creados por los cuencos son meditativos y relajantes y pueden provocar una respuesta parasimpática en el cuerpo. "Las ondas creadas al golpear los cuencos producen sonidos tan armónicos que pueden llevarte a diferentes estados de ondas cerebrales", agrega.
Si bien la investigación sobre los cuencos tibetanos es limitada, existe cierta evidencia científica de que ciertos tonos y frecuencias tienen la capacidad de calmar el cuerpo y la mente.
En primer lugar, los cuencos tibetanos (y los baños de sonido en general) se utilizan con mayor frecuencia para ayudar a guiar el cuerpo y la mente hacia un estado de relajación.
Como explica Auster, los baños de sonido pueden ofrecer una "experiencia auditiva de cuerpo completo profundamente inmersiva que puede brindar equilibrio, relajación y una sensación de calma a todo tu ser". Y como añade Schieffelin, puedes sentir los efectos relajantes incluso con una breve sesión de baño sonoro con este instrumento especial.
Según Auster y Schieffelin, existe la teoría de que los cuencos tibetanos estimulan las ondas cerebrales alfa y theta. "Estas ondas están asociadas con estados profundos, meditativos y pacíficos que son muy propicios para la curación", señala Auster, y agrega que sus sonidos también pueden disminuir la frecuencia cardíaca y respiratoria, lo que crea un efecto terapéutico y restaurador.
Auster señala que en un pequeño estudio de 2016 realizado por la psicóloga Tamara Goldsby, los participantes que asistieron a meditaciones con cuencos tibetanos y baños de sonido informaron una reducción del dolor después de estas ceremonias. Sin embargo, se necesita aún más investigación.
En esa misma investigación de 2016, Goldsby y su equipo también observaron que los cuencos tibetanos reducían los sentimientos de tensión y ansiedad en los 62 hombres y mujeres que participaron en ella.
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