Cada vez están irrumpiendo con más fuerza nuevas alternativas o formas de vivir que vienen a acabar con la hegemonía de las maneras tradicionales como son la compra o el alquiler. Pero, ¿qué es exactamente el cohousing y por qué gusta tanto? El cohousing es un término inglés que significa ...
Cada vez están irrumpiendo con más fuerza nuevas alternativas o formas de vivir que vienen a acabar con la hegemonía de las maneras tradicionales como son la compra o el alquiler. Pero, ¿qué es exactamente el cohousing y por qué gusta tanto?
El cohousing es un término inglés que significa covivienda. Se trata de un modelo de convivencia en el que se comparten espacios comunes, pero se disfruta de viviendas totalmente independientes, por lo que es posible tener privacidad total. Los cohousing funcionan como un vecindario preconcebido donde las personas son conscientes y están comprometidas a vivir formando parte de una comunidad donde cada miembro tiene voz y voto a la hora de decidir el manejo y la organización de la comunidad.
El concepto cohousing nació en Dinamarca en los años 60-70. En este país nórdico apareció el modelo Andel, una comunidad de individuos que conviven en un conjunto residencial bajo una organización cooperativa. En los años 80 llegó a los Estados Unidos donde los arquitectos Kathryn Mc Camant y Charles Durrett le pusieron el nombre de cohousing.
Los cohousing funcionan como una cooperativa que se basa en un régimen de cesión de derecho de uso de la vivienda. Las viviendas que forman los proyectos de cohousing, a diferencias de las que forman parte de una cooperativa, son privadas y cuentan con una infraestructura básica, mientras que en las áreas comunes se incluyen salas comunitarias para hacer reuniones, salas de juego, lugares de estudio para los niños, sala de televisión, biblioteca, huertos urbanos, talleres… Todos estos lugares facilitan la interacción entre los miembros del cohousing. Además, están organizados según la forma de vida de sus residentes, pudiendo haber zonas para el cuidado de los niños, atención médica para mayores, actividades culturales…
El cohousing puede cumplir las necesidades de muchos tipos de familias o individuos en diferentes situaciones. De este nuevo tipo de forma de vivir pueden beneficiarse:
Personas mayores
Personas con necesidades especiales
Personas que quieran vivir con amigos
Personas que teletrabajan
Familias numerosas
Personas con recursos limitados
Familias multigeneracionales
Familias que deseen reorganizar su tiempo y disminuir gastos
Generalmente, las personas que deciden vivir en un cohousing tienen proyectos de vida afines y comunes. De hecho, para que alguien nuevo forme parte de un cohousing deben aprobarlo el resto de habitantes.
Vivir en un cohousing tiene una serie de ventajas que cabe remarcar:
Para entrar en el proyecto hay que hacer un desembolso económico, pero el precio de las viviendas que lo forman es más asequible que cualquier vivienda convencional. Además, los gastos comunes se reparten entre el resto de miembros de la comunidad (wifi, lavandería, mantenimiento, zonas comunes…)
Se trata de un lugar sostenible donde las viviendas están diseñadas para reducir el consumo energético, utilizando fuentes renovables y reutilizando residuos.
Se fomenta la comunicación y son ideales para combatir el aislamiento social, sobre todo, de las personas mayores, contribuyendo a que tengan una vida más activa y plena.
Si se quiere abandonar el cohousing, se recupera la inversión inicial y su plaza la ocupa otro miembro.
En el caso de fallecimiento de la persona que es miembro del cohousing, son sus hijos los que reciben la inversión inicial.
En los cohousing no existen estructuras de mando jerárquicas. Cada uno se encarga de un tema determinado en el que puede ser experto, pero las decisiones se toman de forma asamblearia.
Como hemos comentado, una de las características principales de los cohousing es que los miembros que lo forman tienen intereses parecidos. Uno de los formatos más populares en nuestro país es el Senior Cohousing. Se trata de comunidades formadas por pensionistas o personas jubiladas que buscan alternativas a las residencias tradicionales. Este modelo de convivencia es especialmente beneficioso para las personas mayores porque favorece la interacción social, el mantenimiento de su autonomía y la creación de nuevas amistades. Además, cuentan con un servicio de enfermería interno día y noche.