Existen numerosos métodos anticonceptivos de amplia difusión en la población general. Se clasifican en función de su mecanismo de acción. La elección, normalmente, depende de las indicaciones médicas y las preferencias personales en relación a los objetivos y expectativas de las personas implicadas. Los métodos anticonceptivos quirúrgicos no son los ...
Existen numerosos métodos anticonceptivos de amplia difusión en la población general. Se clasifican en función de su mecanismo de acción. La elección, normalmente, depende de las indicaciones médicas y las preferencias personales en relación a los objetivos y expectativas de las personas implicadas.
Los métodos anticonceptivos quirúrgicos no son los empleados con mayor frecuencia por el temor a una cirugía o a su irreversibilidad. Además, no protegen de las enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el VIH/SIDA. Estas características los convierten en menos deseables que otros como los de barrera (preservativos, por ejemplo) u hormonales (la píldora anticonceptiva, entre otros).
En la actualidad, se emplean dos métodos anticonceptivos quirúrgicos considerados eficaces y que no presentan efectos secundarios importantes. Serían:
1-Ligadura de trompas o tubárica
La ligadura de las trompas es un método anticonceptivo quirúrgico que se realiza en las mujeres y resulta irreversible.
En este procedimiento quirúrgico, el cirujano cierra las trompas de Falopio, con lo que impide el desplazamiento del óvulo a través de las trompas desde el ovario hasta el útero. Además, impide que los espermatozoides alcancen las trompas de Falopio para fertilizar al óvulo.
Esta cirugía es un procedimiento en el que se cortan, cauterizan o bloquean (empleando grapas, anillos o bandas, por ejemplo) las trompas de Falopio. Resulta eficaz como anticonceptivo inmediatamente después de su realización y se considera que presenta una elevada eficacia como método de control de la natalidad.
La recuperación de la cirugía suele ser sencilla y no suelen presentarse problemas si se siguen las pautas médicas.
2-Vasectomia
La vasectomía es una cirugía que se utiliza para la esterilización masculina. Se centra en realizar un corte en los conductos deferentes, que son los encargados del transporte de los espermatozoides.
El objetivo es evitar que los espermatozoides lleguen al semen cuando se produce la eyaculación masculina durante la relación sexual. La carencia de espermatozoides en el semen impide la fecundación del óvulo y, con ello, la posibilidad de que se produzca un embarazo.
La vasectomía no tiene una eficacia anticonceptiva inmediata como ocurre con la ligadura de trompas. Es necesario que pasen unos tres meses, aproximadamente, para asegurar que la eficacia alcance los valores deseados y pueda ser considerada un buen sistema de control de la natalidad.
La recuperación de la cirugía es sencilla si se siguen las indicaciones del cirujano.
Sea cual sea la opción quirúrgica que elijas, lo fundamental es conocer sus ventajas e inconvenientes a través de la información que aporten los profesionales. Es una decisión importante en la que se recomienda que ambos miembros de la pareja estén de acuerdo para evitar que la posible carga emocional que la acompaña, genere tensiones entre ambos.