Existen personas que les relaja mirar por la ventana mientras está lloviendo o que les genera una sensación de tranquilidad poder pasear bajo la lluvia con su paraguas, pero hay un grupo de individuos que esta idea no les parece tan placentera y agradable. Son aquellos que padecen pluviofobia o ...
Existen personas que les relaja mirar por la ventana mientras está lloviendo o que les genera una sensación de tranquilidad poder pasear bajo la lluvia con su paraguas, pero hay un grupo de individuos que esta idea no les parece tan placentera y agradable. Son aquellos que padecen pluviofobia o miedo a enfrentarse a la lluvia. Una vez que presencian este fenómeno meteorológico lo perciben como si fuera algo muy peligroso del que tienen que escapar. Si están en casa y notan que va a comenzar a llover, se bloquean hasta tal punto que no salen al exterior.
Aunque no lo parezca, "el cambio de estación, las horas de luz o los días más o menos soleados son los responsables del llamado trastorno afectivo estacional, que afecta al 15 por ciento de la población, pero existe otro porcentaje que manifiesta pánico o terror hacia ciertos fenómenos atmosféricos", apuntan desde efeverde.com. Entre ellas se encuentran el miedo a la lluvia, a los truenos, al sol, a las nubes o la llamada "criofobia, que provoca pánico a las escarchas, a las heladas y a sentir frío, lo que obliga a quienes lo padecen a abrigarse más de lo normal", exponen en la web.
La psicóloga Isabel Menéndez Benavente define en el canal Salud Emocional MedicinaTV la fobia como "un miedo irracional a un objeto o una situación" llegando a manifestar "palpitaciones, sudoración, incluso hipotensión, etc.". Estas pueden estar relacionadas con "situaciones concretas, como hablar en público o a estar en sitios abiertos" o pueden tener que ver con "animales. Es el caso de la aracnofobia" o tener su origen en el ámbito médico: "ver sangre, poner una inyección, etc.". Pero, ¿de dónde surge este miedo? Según la experta, puede deberse a "una situación traumática" vivida anteriormente o después de haber visto a alguien cercano involucrado en dicha experiencia.
Recomienda acudir a un profesional, que se encargará de realizar "una reestructuración del pensamiento" para conseguir que el paciente logre "enfrentarse al miedo, pero con relajación". Menéndez reconoce que "la realidad virtual" es una gran ayuda para "meter al paciente dentro de la situación temida e ir trabajando con él poco a poco".
FOTO PRINCIPAL.: Foto de Erik Mclean en Unsplash.