Bastante similar a la técnica de bonsáis, este arte floral es mucho más sencillo, ya que, en principio puede realizarse casi con cualquier planta y necesitarás elementos fáciles de conseguir para su desarrollo. Así, el material que necesitas para comenzar a dar tus primeros pasos en este bello arte japonés ...
Bastante similar a la técnica de bonsáis, este arte floral es mucho más sencillo, ya que, en principio puede realizarse casi con cualquier planta y necesitarás elementos fáciles de conseguir para su desarrollo. Así, el material que necesitas para comenzar a dar tus primeros pasos en este bello arte japonés son una planta, sustrato arcilloso, musgo, hilo y turba. Por lo que respecta a las plantas especialmente recomendadas para el kokedama son las siguientes:
- Helecho. La mayoría de especies de helecho son aptas para la creación del Kokedama, ya que se utilizan muchísimo en la decoración de los espacios, tanto en los hogares como en el trabajo.
- Musgo bola. Es necesario el musgo bola para llevar a cabo esta técnica floral, ya que las plantas se cultivan dentro de la bola de musgo, actuando como macetero de la planta.
- Thuja Orientalis. Al igual que el resto de coníferas, esta especie es ideal para este milenario arte japonés. Se caracteriza por sus hojas verdes y dispuestas en pares.
Con más de 500 años de antigüedad, los kokedamas están de actualidad debido a que están triunfando, y mucho, en las tendencias de decoración, pues son muy elegantes, vistosos y fáciles de hacer, por lo que se han convertido en un elemento decorativo de gran valor. Además, según las personas que lo practican, se trata de un arte floral que ayuda a tener una casa en contacto con la naturaleza, cuenta con numerosos beneficios (sobre todo, porque es una actividad muy relajante), y tiene componentes muy beneficiosos para la actividad cerebral.
Respecto a su mantenimiento, debemos tener en cuenta que, si bien depende de la construcción que elijamos y la especie de planta que introduzcamos, el kokedama necesita ser rehecho cada cierto tiempo, por lo tanto, el tiempo puede ir de un mínimo de tres meses a un máximo de un año.
Ahora que ya sabes cuáles son los materiales que necesitan para empezar tu kokedama, vamos a hablarte de los sencillos pasos a seguir:
- Haz un agujero en el musgo bola. En algunas ocasiones tendrás que hacer tú la bola de musgo, aunque también puedes conseguirlas hechas para que el procedimiento sea mucho más sencillo. Posteriormente, coloca la planta dentro del musgo bola.
- Mezcla la turba y el akadama en un recipiente (la proporción es 3 - 1) y amasa bien la mezcla para que sea lo más homogénea posible. Vete añadiendo agua poco a poco y sigue amasando.
- Saca la planta de la maceta con cuidado y ve añadiendo, poco a poco, la mezcla de turba, akadama y agua para hacer una primera capa de sustrato y reserva. Después, pon la bolsa de plástico extendida y añade más mezcla de turba, akadama y agua.
- Con la mezcla, haz una forma de vasija y en el agujero interior introduce la planta con el sustrato que has reservado. Introduce la planta en el hueco y dale forma, lo más redondeada posible.
- Envuelve con la bolsa de plástico la forma y termina de redondearla. Posteriormente, extiende el musgo, humedécelo con agua y envuelve el kokedama con el musgo.
- Finalmente, con el hilo o con el cordón, da vueltas al kokedama y ata el final.
A la hora de cuidar tu kokedama procura que no tenga una exposición directa al sol, pero sí indirecta a la luz, de tal manera que puedas mantener la humedad por más tiempo y evitar que se seque. Asimismo, tienes que girar el kokedama para evitar que la planta vire hacia los rayos solares. Otro consejo importante es que no aprietes con las manos la bola de musgo. De hecho, si tienes que manipular la planta es importante que la sujetes desde la bola de musgo y no desde el tallo de la planta.