La cocina turca ha ejercido influencia en otras culturas. También ha recibido aportaciones de muchas y muy variadas. Se considera de origen mediterráneo, no solo por la geografía, sino porque prevalecen las verduras y el aceite de oliva en sus elaboraciones, cuyas propiedades saludables son conocidas mundialmente. Entre sus características destacarían: 1-Nutricionalmente ...
La cocina turca ha ejercido influencia en otras culturas. También ha recibido aportaciones de muchas y muy variadas. Se considera de origen mediterráneo, no solo por la geografía, sino porque prevalecen las verduras y el aceite de oliva en sus elaboraciones, cuyas propiedades saludables son conocidas mundialmente.
Entre sus características destacarían:
1-Nutricionalmente la comida turca se considera equilibrada porque combina la carne (normalmente de cordero) con verduras (la berenjena es muy importante en su cocina) y arroz o legumbres, por ejemplo. Emplean mucho la plancha y procuran usar alimentos frescos a los que aportan una textura y sabores originales.
2-Disfrutan de la adición de especias aromáticas (cilantro, alcaravea, pimienta de Alepo, eneldo, menta, comino, laurel y azafrán, entre otras) que resultan interesantes por sí mismas. También utilizan aceite de oliva, esencia de la cocina mediterránea.
3-El yogur es un elemento típico y se usa para preparar sopa, acompañamientos de arroz o como salsas de los famosos kebabs.
4-Muchos postres contienen miel y frutos secos (como avellanas, almendras y pistachos, por ejemplo) que los convierten en muy calóricos pero nutritivos si los consumes racionalmente.
5-Entre las bebidas típicas destacan Ayran (de yogur con agua y sal) o Boza (cebada hervida y fermentada). También resultan deliciosos el té y el café y forman parte de su riqueza culinaria.
El karniyarik, es una delicia turca que consiste, básicamente, en berenjena con carne picada y puedes preparar en tu casa de manera sencilla. Para eliminar el sabor amargo de la berenjena puedes:
-cortarla en rodajas y echarle sal o ponerla a remojo en agua con sal unos 30 minutos. Después la aclaras y la secas bien antes de cocinarla.
-meterla en leche unos minutos, secarla suavemente y lavarla con cuidado para eliminar el resto de leche que pueda quedar.
Tras conseguir que las berenjenas pierdan esa amargura, fríe las rodajas en aceite de oliva, escúrrelas en papel para eliminar el exceso y colócalas en una fuente de horno. En una sartén con aceite sofríe una cebolla, pimiento rojo, carne de cordero (o de ternera o cerdo) picada dos veces, ajo, sal y cilantro. Añade salsa de tomate y remueve. Coloca el preparado sobre las berenjenas y ve alternando una capa de carne y otra de berenjena. Cubre con el resto del tomate y mételo en el horno a gratinar.
Si decides probar un restaurante turco, podrás encontrar un menú muy sabroso en el que se incluyen, por ejemplo: Meze (entremeses vegetales), ensalada o una sopa ligera, cordero al horno, parrilla o asado y sazonado con hierbas aromáticas, pescado o Börek (pasta muy fina rellena de carne, queso o pescado). De postre puedes elegir: pudín, fruta o confitura de rosas (leche y esencia de rosas)