La mayoría de la gente cree que sus emociones son el resultado de sus circunstancias. Sin embargo, cada emoción comienza con un pensamiento. Las emociones negativas son el resultado de patrones de pensamiento negativos. Para replantear estos patrones de pensamiento negativos, es importante analizar la situación evaluando tus pensamientos automáticos y ...
La mayoría de la gente cree que sus emociones son el resultado de sus circunstancias. Sin embargo, cada emoción comienza con un pensamiento. Las emociones negativas son el resultado de patrones de pensamiento negativos.
Para replantear estos patrones de pensamiento negativos, es importante analizar la situación evaluando tus pensamientos automáticos y desafiándolos. Así que, reconocer estas distorsiones es el primer paso para convertirte en tu mejor yo.
Catastrofizar es tomar una situación pequeña y sacarla de proporción. Implica creer que ocurrirá el peor resultado posible, incluso si la situación no es realmente tan mala. Este pensamiento exagerado puede llevar a estresarte más de la cuenta. Por ejemplo: "Me voy a quedar dola toda la vida y nadie me va a querer. Además, ni siquiera tengo citas para conocer a hombres"
Mejor reencuadra la situación:
El hecho de que no pueda encontrar a alguien con quien sea compatible ahora mismo, no significa que no encontraré a alguien en el futuro. Prefiero estar sola que estar con alguien que no cumple con mis estándares.
Pensar todo o nada es considerar el mundo como blanco y negro. Si las cosas no salen según lo planeado, puede ser fácil sentir que todo te ha salido mal. Sin embargo, las situaciones rara vez son todo a nada. Siempre hay un término medio y una gran gama de escala de grises que puedes tomar muy en cuenta.
Ejemplo : "Si no me ascienden o suben el sueldo, es que soy mala en mi trabajo".
Mejor pensar:
Estás preparada para un gran ascenso en el trabajo. Tu jefe ha notado tu gran trabajo, pero no está seguro de si posees las habilidades necesarias para desempeñar el nuevo puesto.
Aunque no obtenga el ascenso, sé que soy muy trabajador y mi jefe lo reconoce. Si no tengo las habilidades necesarias para la promoción sé que puedo desarrollarlas. Estoy dando lo mejor de mí y eso es lo importante.
El razonamiento emocional es estar demasiado consumido por tus emociones para tomar una decisión racional. Tus emociones pueden representar tus pensamientos actuales de la realidad. Sin embargo, tus pensamientos son a menudo falsos. Es común creer, si sientes una emoción entonces debe ser verdad.
Ejemplo : "Siento vergüenza, así que debo estar haciendo algo mal".
Mejor piensa: Aunque me siento avergonzada, sé que he completado tareas en el pasado sin cometer errores. Puedo usar esto como una oportunidad para hacerlo mejor la próxima vez. Sé que no estoy haciendo nada malo porque estoy haciendo dando todo lo que puedo en este momento.
Con la magnificación de lo negativo, comienzas a enfocarte tanto en lo negativo que no puedes ver nada más. Las cosas que normalmente se percibirían como algo sin importancia se vuelven perjudiciales. Esto sucede cuando exageras las posibles fallas o amenazas.
Ejemplo: Todo mi día se ha ido a la mierda porque he llegado tarde al trabajo.
Reformulalo:
Tal vez mi productividad aumente porque dormí más. No puedo controlar el pasado, pero puedo controlar mi reacción al momento presente. Todavía puedo hacer de este un gran día.
Minimizar lo positivo ocurre cuando minimizas tus logros u oportunidades. Esto va de la mano con la magnificación de lo negativo. Cuando minimizas lo positivo, puedes empezar a creer que tus experiencias no son tan gratificantes o positivas como en realidad son.
Ejemplo: no soy tan inteligente, simplemente tuve suerte.
Reformulalo: Si me han dado varias y buenas oportunidades es porque han visto en mi potencial y porque me lo merezco. Merezco siempre lo bueno que me pase y no es cuestión de azar.
Foto principal: Pixabay