En este vídeo, de un minuto y medio de duración y publicado en redes sociales, González cuenta cómo era el colegio de Oleg antes de que fuera destruido por las bombas. El actor de Operación Marea Negra explica que los libros con los que Oleg y otros tantos niños y niñas estudiaban, ahora se apilan tapando las ventanas, que ya no son ventanas sino agujeros de cristales rotos. Y es que, en 365 días de guerra, una media de cuatro escuelas han sido destruidas o dañadas al día, según datos publicados por el Ministerio de Educación y Ciencia de Ucrania.

"Ahora sigo mis clases online algunas horas al día, aunque a veces en casa se corta la luz y no puedo conectarme", dice la voz en off de González en el vídeo.

"En este tiempo hemos oído hablar mucho de armas y de estrategia militar, pero poco de cómo es la vida de un niño o niña que vive en esta guerra. Con esta grabación queremos poner el foco en la infancia que lleva un año despertándose con las sirenas que avisan de los ataques, que no puede ir regularmente a la escuela, que lleva dos fríos inviernos refugiada en búnkeres", afirma González, que ha querido apoyar con este gesto solidario el trabajo que la ONG desarrolla en el país.

La infancia ucraniana ha tenido que enfrentarse a peligros constantes, además de vivir con la angustia psicológica de haber sido testigo de la violencia, la separación de la familia y de sus amistades, el desplazamiento o la falta de acceso a la educación. Según la ONU, hasta el 6 de febrero de 2023 habían muerto 438 niños y niñas en Ucrania desde el comienzo del conflicto, y 851 habían resultado heridos.

Álex González se ha mostrado muy solidario desde el primer contacto que la organización tuvo con él, prestándose a apoyar el trabajo de la ONG de manera altruista en esta primera colaboración entre el actor y Save the Children. Su especial sensibilidad hace que se haya volcado totalmente en esta iniciativa: "Ojalá mi aportación sirva para que muchas más personas colaboren y podamos mejorar entre todos la vida de miles de niños y niñas afectados por la guerra en Ucrania".

Los constantes ataques aéreos y explosiones han obligado a millones de niños y niñas a pasar parte de su vida escondidos para mantenerse a salvo. De hecho, Save the Children calcula que el año pasado un niño en Ucrania pasó de media unas 900 horas bajo tierra.

Además, la amenaza constante de ataques con misiles, así como las sirenas diarias, están dañando el bienestar de los niños y niñas. El apoyo psicosocial es esencial para ayudar a prevenir traumas a largo plazo, por ello, Save the Children ha creado espacios amigables para la infancia por toda Ucrania. Un pequeño espacio paz donde los niños y niñas pueden jugar, socializar, aliviar el estrés y olvidar por un rato sus preocupaciones.

Sobre Save The Children

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.

En Ucrania, trabaja desde 2014 en el este del país. Desde que comenzó la guerra el 24 de febrero de 2022, ha ampliado drásticamente sus operaciones y ha llegado a más de 800.000 personas −incluidos 436.500 niños y niñas− con distribución de agua y alimentos, transferencias de efectivo y creando espacios seguros para la infancia, además de reconstruyendo escuelas y creando centros de aprendizaje digital en aquellos lugares en los que los colegios han sido destruidos.

En España trabaja desde hace más de 30 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social.