No he sido capaz de recapitular la cantidad de veces que he sido servicial con las personas. Lejos de la imagen que puedo dar, en mi vida me he mostrado mucho más complaciente que inflexible, mucho más dócil que rebelde, mucho más obediente que dominante y mucho más confiada que desconfiada, sobre todo con personas de mi entorno cercano y muy especialmente en el ámbito laboral. Y aunque una gran parte valoraba mi actitud una parte interesada e insensible no, así que cuando esto pasa es difícil evitar que se arraiguen a nosotros comportamientos que vienen condicionados por cómo nos han hecho sentir, por cómo nos han tratado, cuan se han aprovechado y el valor que nos han dado.

He invertido horas en lecturas, (y desde hace un año y medio también en podcast) y en introspección para comprender que decir NO significa respetarte a ti misma. En muchas más ocasiones de las que me gustaría me he visto en la tesitura de decir sí a algo que no quería hacer. Y solo por complacer. Y detrás de esa aprobación no se escondía temor por no ser aceptada, ni a ser rechazada… No era sumisión sino complacencia. Así de sencillo y de complejo a la vez. Imaginad lo mal que me he llegado a caer cuando a toro pasado reflexionaba sobre el jardín en el que me había metido yo sola.

Siempre he tolerado bastante bien la tensión interpersonal y ahora considero que ya tengo práctica y como consecuencia las habilidades necesarias para poner mi opinión e intereses a la altura de los de los demás. Ahora hago lo que me conviene y lo que me apetece y ambas opciones las escojo yo. Y cuando hay que decidir sobre algún plan, alguna propuesta, algo random, os animo a que os hagáis una pregunta sencilla, directa y muy efectiva que me planteo siempre: ¿me compensa? Y aunque hay veces que sí, la mayoría de veces os sorprenderá lo que escogéis. Yo, cuando digo "No" a lo otro, sea lo que sea, porque no me compensa, todo está bien. Pero sobre todo estoy bien yo, en gran parte porque no me defraudo.

Atreverme a no gustar es algo que me representa desde casi siempre y algo que me ha hecho sentir íntegra conmigo misma, porque le he sido fiel a mis principios y he defendido mis ideas dándome igual qué impresión causar. Y aunque puede sonar contradictorio a mi parte complaciente, ambas han convivido en armonía por suerte para mi equilibrio. Hace poco leí que podemos ser ambas: vulnerable y fuerte, exitoso y humilde, disciplinado y relajado, firme y contradictorio, amable y asertivo. Complaciente y exigente, también.

Atreverte a no gustar va de la mano de priorizar tu bienestar ante el qué pensarán o el qué dirán, de ser tú mismo independientemente de cómo se comporte tu entorno, de caerte a ti mismo mejor que al resto. Pondré un ejemplo: siempre he tomado anotaciones, he sido estricta con el orden y la limpieza, constante, organizada, disciplinada y con manías peculiares. Y escojo ser así porque me siento bien, que es lo importante. Pues aún siendo un comportamiento escogido, voluntario, me he sorprendido a veces justificándome ante personas conocidas y no tanto para no parecer rara. Y resulta que ahora esas "rarezas" con las que en más de una ocasión se han metido e incluso criticado -por supuesto para sentirse mejor con sus vidas y sus prácticas- llaman su atención e intentan acercarse, aliarse e imitarlas para conseguir una mejor versión de sí mismas. Vaya…pues tan "rara" no me verán.

No temer a no gustar me ha permitido mostrarme como soy para alejarme de lo que no me conviene, para alejar a quien no me atañe y para cortar por lo sano con lo que/quien no me gusta. Pero lo más significativo de atreverse a no gustar es que te acabas rodeando de quien realmente quieres, a quien verdaderamente quieres y con quien puedes ser tú misma.

Encontrar personas que son casa es maravilloso pero rodearte de personas que son hogar… eso es oro y cuando descubres que existen no te conformas con menos porque no mereces menos. Siempre me ha gustado aprender sobre autoconocimiento porque creo que conocernos a nosotros mismos ahorra muchos imprevistos y sobresaltos emocionales y sobre todo porque el ser humano estamos en constante cambio y conocerte es vital para adaptarte y asustarte menos.

Leer a Murakami (las que me conocéis de mi perfil en instagram ya lo sabéis y a las lectoras que no, os invito a visitarlo) me ha servido para ponerle letra a muchos de mis pensamientos y repito sus frases a modo de mantra. Una de mis favoritas relacionada además con el tema del que hablo en este post es la siguiente::

La manera en que los demás me ven no me atañe. Más bien es algo que solo les atañe a ellos.
Baila, Baila, Baila. Murakami.

Comparto a esta frase por si algún día alguien os hace dudar (que a veces eso pasa) de cómo sois, la personalidad que tenéis, la actitud que mostráis, las manías que adoptáis o de qué manera os sentís a gusto, la leáis y recordéis que ser uno mismo es cosa de cada uno y "ser" como otros creen que somos es solo cosa de ellos.

Os dejo bibliografía de autoayuda y superación personal, autoconocimiento, gestión de las emociones y PNL. Algunos libros los he leído y otros me esperan. Ojalá que estas lecturas os orienten, os sirvan y sobre todo ¡las disfrutéis!

AUTOAYUDA y SUPERACIÓN PERSONAL
● La mort, una aurora. Elizabeth kubler
● Tómate un respiro Mindfullness. Mario Alonso Puig.
● Atrévete a no gustar. Ichiro Kishimi
● Las gafas de la felicidad. Rafael Santandreu
● Somos lo que hablamos. Luis Rojas Marcos
● La idea de ti. Amaya Ascunce
● La biología del presente. Sergi Torres
● Cómo hacer que te pasen cosas buenas. Marian Rojas Estapé
● Encuentra tu persona vitamina. Marián Rojas Estapé
● El universo te cubre las espaldas. Gabrielle Bernstein

AUTOCONOCIMIENTO
● 5 consejos para potenciar la inteligencia. Enrique Rojas. [Las 5 herramientas que elevan la inteligencia
natural que cada uno tiene y que son: orden, constancia, voluntad, motivación, capacidad de observar y
tomar nota.]
● El poder del ahora. Eckhart Tolle

GESTIÓN DE LAS EMOCIONES
● Educación emocional y apego. Raphaël Guerrero
● El cerebro del niño. Daniel J. Siegel

PNL (Programación Neurolingüística)
● Poder sin límites. Tony Robbins (el primer libro que se publicó en España sobre la PNL)
● La estructura de la magia. John Grinder y Richard Bandler. (el primer libro que escribieron los creadores
de la PNL)
● La paradoja. James C. Hunter