Silvia Ribés
Este pueblo chileno que se encuentra en la provincia de Concepción es el reflejo de la esencia de Chile: mar y montaña, olores y sabores, colorido y dulzura. Si viajas al fin del mundo, acércate a Tomé y déjate llevar por sus calles y sus gentes.
La comuna de Tomé te atrapará desde que llegas a través de su serpenteante carretera que recorre el cerro para sorprenderte con sus preciosas vistas de la bahía y el Pacífico. Sus calles repletas de negocios, los mercados de fruta y verduras y el trajín de gente que va y viene ...
La comuna de Tomé te atrapará desde que llegas a través de su serpenteante carretera que recorre el cerro para sorprenderte con sus preciosas vistas de la bahía y el Pacífico. Sus calles repletas de negocios, los mercados de fruta y verduras y el trajín de gente que va y viene resumen el día a día de un pueblo lleno de vida.
Tomé es un pueblo costero que se asienta en la bahía de la provincia de Concepción, y sus casas y calles van recorriendo y ascendiendo los cerros que rodean el lugar. Desde el mirador del cerro Navidad se puede contemplar el esplendor de lo que ha sido y es un pueblo lleno de historia y encanto.
Un pueblo textil y de mercados
Uno de los motores de la comuna fue la mítica fábrica textil Bellavista Oveja Tomé, que dio empleo a numerosos tomecinos. Gracias a la familia Werner, propietaria del negocio, sus trabajadores contaron con alojamiento y casas de calidad. Contar con dichas viviendas ha sido un hecho de suma importancia, ya que la buena construcción y calidad de estos hogares salvaron la vida de muchos vecinos durante el terremoto que asoló Chile en 2010.
Actualmente, los mercados llenan las calles del color de la fruta y verdura chilena, muy apreciada en el país por su jugosidad. Además, es un pueblo costero donde el mar ha sido fuente de riqueza y puerto de mercancías.
Turismo en Tomé
Cuando llega el verano, Tomé se llena de visitantes con ansias de disfrutar del sol y las playas de la costa de la región del Biobío. El pueblo cuenta con multitud de maravillosas playas muy distintas entre sí, con diversos ambientes, arenas, accesos, mar… Bellavista, Cocholgüe, Punta de Parra, Coliumo o Dichato son algunos ejemplos de la riqueza de este lugar.
En la playa de Bellavista, la playa que baña el pueblo directamente en el océano Pacífico, no te extrañes al encontrar leones marinos descansando cerca del muelle. Además, la playa cuenta con un larguísimo paseo para recorrer en bicicleta al lado de la arena.
Pero para observar el esplendor de Tomé, no puedes dejar de visitar la playa de Cocholgüe. Esta gran caleta es única para observar una mágica puesta de sol mientras las olas rompen en rocas que forman esculturas imposibles. En los acantilados que protegen este lugar y las pintorescas casas, podrás degustar los platos típicos en sus pequeños restaurantes, acompañados por un buen Borgoña, un cóctel tradicional refrescante compuesto por vino tinto, frutillas y azúcar.
Sin duda, Tomé, aunque no aparezca en las guías turísticas, es una de las maravillas dignas de conocer si visitas este país lleno de sorpresas.