Piensa en tu cuerpo como un recurso precioso, y en tu espíritu como un mensajero intuitivo. Al prestar atención a tu brújula interna durante la luna nueva, ganas capacidad para discernir lo que es digno de tus preciosas reservas de energía y lo que no lo es. Con mayor facilidad, tu proceso intuitivo se expande a través de la revisión y liberación de cualquier cosa que no sea útil, tanto física como energéticamente.

Cuando rastreamos nuestro proceso de vida actual en la luna nueva, es más probable que reconozcamos cuándo y dónde la ansiedad gobierna nuestras vidas. Comenzamos a entender lo que limita nuestro potencial de alegría, paz y abundancia. Desarrollamos herramientas personales y aprendemos a confiar en el proceso.

¿Cómo puedo aprender a confiar en mi intuición?

La luna nueva es un tiempo de renacimiento y renovación, y un tiempo para reunir la sabiduría necesaria para embarcarse en un nuevo ciclo de la luna. También ofrece una oportunidad mensual para la purificación, especialmente, cuando podemos aprender a regular nuestro sistema nervioso transmutando la ansiedad.

La intuición se siente tranquila, consciente y no demasiado emocional. La intuición precisa no viene con una reacción emocional, ni provoca más miedo o duda en la vida de uno. Más bien, se sentirá curiosa, a veces sorprendente y tranquilizadora. Tu verdadera intuición te hará sentir bien.

Confiar en tu intuición requiere de una autoconciencia constante. Observar conscientemente la luna nueva cada mes, junto con el desarrollo de prácticas contemplativas diarias, puede ser un ancla para aprender a confiar en tu intuición. Regular el sistema nervioso pasando tiempo en la naturaleza, practicando respiración y meditación, moviendo tu cuerpo y participando en actividades creativas genera un estado en el que podemos recibir destellos intuitivos con mayor claridad.

Al observar cómo el ritmo de la luna nos afecta personalmente, comenzamos a profundizar nuestra conciencia de cómo todo está interconectado. Lo que nuestra mente habla, nuestro cuerpo lo recibe. Las emociones que reprimimos o expresamos nos afectan a nosotros y a quienes nos rodean. El seguimiento de la luna nos conecta con patrones mayores en el cosmos.

Tu cuerpo energético te envía señales sutiles

Durante la luna nueva, observa la energía sutil dentro de ti. Presta atención a las respuestas claras de sí y no dentro de tu cuerpo cuando surjan; esta es tu intuición que te habla. Observa cualquier charla mental que acompañe a este proceso. La intuición a menudo se sentirá como un momento destilado de claridad sin que aparezca el crítico interno.

Algunas de nosotras recibimos conocimientos intuitivos a través de una imagen en el ojo de la mente. Otros reciben claridad intuitiva a través del olor o el sonido, durante el tiempo que pasan en la naturaleza o realizando tareas diarias, o mientras participan en prácticas de sabiduría, como el movimiento consciente, la meditación y la respiración. Es más probable que reciba mensajes intuitivos si estás tranquila y bien descansada.

Para escuchar los susurros del consejo intuitivo, debemos reconocer cuándo la voz del miedo se abre paso en nuestra conciencia. Al comprometernos con pequeños actos diarios de atención plena y al vivir en armonía con el ciclo de la luna, tenemos una mayor oportunidad de comprender los mensajes de nuestra intuición. Una vida de recuperación de nuestra verdadera esencia, profundamente conectada con uno mismo y con el universo en general, tiene una dulzura que es a la vez tremendamente satisfactoria y radicalmente transformadora.

Foto principal: Unsplush