En la composición química de las semillas de chía destacaría la presencia de un alto contenido en fibra (soluble e insoluble), antioxidantes (como la quercetina, el ácido clorogénico y el ácido cafeico, entre otros), ácidos grasos omega-3 y omega-6 de origen vegetal, y minerales (como el calcio, el boro, el hierro, el potasio y el magnesio). Todos estos elementos son los responsables de los beneficios que se adjudican a estas semillas.

Son unas semillas muy versátiles que se pueden integrar tanto en recetas dulces como saladas. Lo normal es ponerlas en remojo durante al menos 15 minutos para que absorban el líquido y conseguir un gel que se conserva en la nevera unos días. También se pueden consumir sin remojar. Los expertos señalan que existen numerosas opciones para consumir semillas de chía entre las que destacarían:

1-Las semillas de chía se comen crudas. Es posible añadirlas a varios alimentos (como batidos, cereales y yogur, por ejemplo), como ingrediente de una ensalada (combina muy bien con lechuga, tomate y pimiento, por ejemplo), en salsas (combina muy bien con la soja) o como aliño (con aceite de oliva virgen y vinagre de manzana, entre otras).

2-Si prefieres gelificarlas, puedes remojarlas en algún líquido (como agua, yogur o zumo, por ejemplo), con lo que lograrás obtener un compuesto similar a un gel que puedes consumir directamente o emplear como sustituto de otros geles de origen animal. Es importante destacar que las semillas de chía contienen una elevada cantidad de mucílago (aproximadamente un 25%), un tipo de fibra que, al contacto con el agua, forma un gel viscoso por lo que la chía puede absorber hasta 12 veces su peso en agua. Si las añades directamente en leche, batido, zumo o yogur, por ejemplo, tardarán entre 15 y 20 minutos en hincharse tras hidratarse.

3-El gel de semillas de chía se puede usar como sustituto del huevo en productos de pastelería, por ejemplo. Su empleo los convierte en adecuados para veganos y para reducir el contenido calórico y graso de los dulces que elabores con él.

4-Cuando se introducen las semillas de chía en agua se forma un gel que puedes consumir solo o añadirlo a salsas, zumos, cremas vegetales y yogures, por ejemplo. Para prepararlo, tienes que poner dos cucharadas de semillas de chía en un vaso de agua y dejarlas reposar entre 15 y20 minutos.

5-Las semillas de chía pueden molerse a mano o en un molinillo eléctrico. El polvo obtenido puede emplearse para preparar infusiones laxantes, en pastelería y para sazonar guisos, por ejemplo.

6-Es posible tostarlas en la sartén sin necesidad de añadir aceite o mantequilla, aunque no es imprescindible evitarlo.