De manera general, no existen problemas insalvables para que las utilices bajo la supervisión profesional que adaptará las más adecuadas a tu caso. Puedes llevarlas puestas en el avión, cuando practicas deporte o si trabajas ante el ordenador, pero debes consultar al óptico y/o al oftalmólogo si notas: sequedad, arenilla, picor, visión borrosa, disminución de la agudeza visual, dolor al sacarla, lagrimeo, fotofobia, irritación o enrojecimiento.

Los riesgos asociados a su empleo inadecuado se centran en el uso de lentes defectuosas y/o caducadas, la mala higiene y limpieza de lentillas, ojos y párpados, la utilización de líquidos en mal estado y no seguir las indicaciones del especialista.

Los expertos señalan que, unos sencillos consejos, resultan imprescindibles para evitar problemas. Destacarían:

1-No se recomienda su empleo en la ducha, la piscina o el mar porque las puedes perder. No deben usarse en la sauna por las condiciones de humedad y temperatura que se generan en su interior.

2-Realiza una higiene completa y adecuada. Lávate las manos con jabón neutro, acláralas bien y sécate con toallas que no suelten pelusas antes de manipular las lentillas. Para la limpieza de las lentes de contacto no uses agua del grifo ni saliva (solo los productos recomendados) y lava el estuche que las contiene. Nunca olvides llevar el estuche y los líquidos de limpieza y, si te vas de viaje, mete en la maleta todo lo necesario. Recicla correctamente las desechables.

3-El tiempo de uso dependerá del tipo de lentilla que utilices. De manera general se recomienda sacarlas una hora antes de acostarte, no dormir con ellas (salvo en casos concretos) y no ponerlas hasta que salgas de casa.

4- El maquillaje no les sienta bien, pero no es necesario prescindir de ninguno de los elementos que desees emplear. Maquíllate y desmaquíllate con las gafas puestas para evitar el contacto de los productos cosméticos con la superficie de las lentillas.

5-Es probable que tengas muchas dudas en relación a su empleo en situaciones normales y específicas. Consulta todo lo que te preocupa a tu especialista de confianza: viajes, embarazo, consumo de medicamentos o práctica deportiva, por ejemplo. Encontrarás soluciones sencillas y prácticas que te permitirán disfrutar de la experiencia de ser usuaria de lentes de contacto.

6- Vigila cualquier anomalía que percibas durante su empleo. No es necesario obsesionarse, pero es importante estar atenta a lo que sientes. Retíralas del ojo si te molestan al colocarlas porque puede estar colocada al revés. Nunca uses una lente rota aunque sea una rotura pequeña. Si las has tenido puestas mucho tiempo y sientes dolor al sacarlas, ponte lágrima artificial y sácalas cuando notes el ojo húmedo. Al menor síntoma, ponte gafas y, si persiste, acude al oculista.