Hay varios componentes del "yo" que sirven como pilares del amor propio. Los principales incluyen: Conciencia de sí mismo. Tu capacidad de ser consciente de tus acciones, pensamientos y emociones. Lo usa como base para alinear su perspectiva con sus valores y no sacrificar su bienestar para complacer a los demás.

Auto-honestidad. Se trata de ser real y auténtico. Siempre actúas, piensas y hablas según tus creencias, independientemente de lo desagradable o inconveniente. Autocompasión. Te aceptas, eres amable y te perdonas a ti mismo. Volcar este amor hacia adentro puede ser una herramienta poderosa para la resiliencia emocional.
Confianza en si mismo. Tienes una relación lo suficientemente fuerte contigo mismo como para manejar tu crítico interno y no conformarte con menos de lo que mereces. Y al hacerlo, te mantienes consistentemente fiel a ti mismo.

¿Qué es el amor propio radical?

Autoestima. Se necesita un cierto nivel de respeto por uno mismo para tener una gran consideración por su propio bienestar y felicidad. Pero confías en tus habilidades y valoras tu valor. Debido a nuestra singularidad individual, puede significar algo diferente de una persona a otra. Entonces, descubrir cómo es el amor propio para ti es una parte integral de tu mente, cuerpo y alma. Sin embargo en este punto es donde radica la delgada líne a entre tener una buena autoestima o sana autoestima y entrar en el amor propio radical.

Mientras que el amor propio es encontrar formas de apreciarte a ti mismo, el amor propio radical lo lleva un paso más allá. No es algo que logras; más bien, es inherente y te permite acceder a tu yo superior. La palabra "radical" en sí misma significa "afectar la naturaleza fundamental de algo".

" Casi todas las cosas malas que le hacemos a otras personas se deben a que realmente no nos amamos a nosotros mismos", explica Kristina Mänd-Lakhiani , cofundadora de Mindvalley y entrenadora de Live By Your Own Rules Quest. "Si de verdad nos amamos y nos aceptamos, no necesitamos demostrarle nada a nadie"

Así que no se trata de la necesidad desesperada de ser mejor o más merecedor que los demás, ni de ser egoísta o vanidoso. Y definitivamente no es el sentido exagerado de importancia que se deriva del egoísmo y el narcisismo clásico.En cambio, el amor propio radical es el máximo compromiso para conocerse y aceptarse a sí mismo tal como es, experimentar la vida tal como le sucede y buscar formas de crecer a partir de estas experiencias.

Foto principal: Unsplush