Con la llegada de las famosas tiendas de ropa a bajo coste se potenció la compra impulsiva de muchos productos que ni tan solo son necesarios. Gran parte de la población ha llegado a comprar en algún momento prendas de ropa para utilizar una o ninguna vez. Esto es sin duda un hábito preocupante a nivel medioambiental ya que la producción de estas prendas tan baratas pasa una gran factura tanto a nivel medioambiental como a nivel laboral de las personas que confeccionan i venden estos productos posteriormente.

La producción de 10 camisetas son equivalentes al gasto de una ducha de 15 minutos.

Un estudio de la Revista Nature ha ahondado en los efectos de la producción de fibras textiles según su origen. A partir de aquí podemos distinguir que el tejido que más huella ecológica deja tras su producción en cuanto al consumo de agua es la fibra de algodón.

En total, para la fabricación de un quilo de tejido de algodón se consumen 1559 litros de agua. Para hacernos una idea, se calcula que un minuto de ducha consume 100 litros de agua por minuto. Esto implicaría que el gasto que se produce para 10 camisetas equivale a poco más de 15 minutos de ducha continuada.

Las fibras de algodón son las que menos energía consumen. En su caso hacen falta 48KWh por cada quilo fabricado, que supondría un consumo de cinco veces lo que una vivienda española consume de media en un día, que se calcula en 9KWh.

En cuanto a las emisiones de dióxido de carbono se observó que se requieren 2,2 kg por cada quilo de fibra producida. Esto supondría más de 12 veces las emisiones que un vehículo compacto produce por quilómetro como máximo. Este cálculo se estima en 180 gramos de CO2 por q.

La producción de fibras naturales gasta mucha más agua que las sintéticas.

Podemos observar cómo las fibras naturales, el algodón y la lana, consumen más agua que las sintéticas. La lana necesita 530 litros por quilo producido. Las sintéticas en cambio requieren mucha menos. Por un lado, la poliamida necesita 40 litros de agua mientras que el poliéster requiere 21 litros por cada quilo fabricado. Sin embargo, en cuanto al gasto de energía, a excepción del algodón, se eleva por encima de los 100 KWh por quilo. Así, la lana consume 120, mientras que la poliamida gasta 160 y el poliéster 108KWh, convirtiéndose en el segundo producto con menos gasto de energía.

Las emisiones de dióxido de carbono se disparan para la producción de lana.

En cuanto a las emisiones de CO2, la lana es la que más impacto medioambiental deja. Esta emite 17 kg de dióxido de carbono por cada quilo de ropa fabricada. La poliamida emite poco menos de la mitad que esta con unas emisiones de 8,3 kg mientras que el poliéster, de nuevo la segunda fibra con menos gasto, produce 3,3 kg de CO2 por quilo de ropa fabricada.

A partir de estos datos, toca plantearse antes de realizar una compra si es realmente necesaria esa prenda o producto textil que se quiere adquirir o si por el contrario, ya tenemos suficiente con lo que hay en casa.