Desde Typwell han recopilado estas 4 leyes, que creemos imprescindible incorporar en nuestro día. Se trata de distintos principios, costumbres y formas de ver el mundo que nos permitan estar en calma, bajar el ruido a los días intensos y sentirnos más tranquilas.

Porque, como suele pasar, a menudo lo más simple es lo más difícil de llevar a cabo y nosotras mismas muchas veces nos liamos con cosas complicadas que no tienen recorrido y, lo peor de todo es que lo sabemos.

4 principios espirituales para alcanzar el bienestar

1. La persona que llega es la persona correcta

Quiere decir que las personas en nuestras vidas cumplen un propósito el cual no siempre es evidente para nosotras. En ocasiones puede ser para ayudarnos a comprender algo del mundo, otras es para comprender cosas de nosotras mismas o enseñarnos a ver las cosas de distinta manera.

2. Lo que sucede es lo único que podría haber sucedido

Las decisiones que tomamos nos llevan a las distintas situaciones en las que nos encontramos y, al igual que arriba, todo sucede por algún motivo. Estas "casualidades" realmente están para enseñarnos algo que necesitábamos en el momento.

3. Las cosas ocurren en el tiempo correcto

Las cosas, personas, o eventos, llegan a nuestras vidas cuando las atraemos y cuando estamos listos para darles la bienvenida a nuestra vida. Quizás no es el momento en el que lo queremos, pero es el momento en el que necesitamos vivirlo.

4. Cuando algo termina, termina

Esto implica saber reconocer cuándo es momento de pasar página y seguir adelante. Cerrar etapas para poder comenzar nuevas y seguir avanzando en nuestro camino.

Si bien estas 4 leyes son una gran base, desde Typwell, queremos rescatar un mensaje que tienen en común. Soltar, dejar ir, aceptar, analizar. Es decir, reconocer cuándo es momento de soltar algo o alguien, vino a enseñarnos algo y tratar de entender cuál pudo ser esta enseñanza. Entender que nuestras decisiones nos acercan a lo que queremos y lo que necesitamos. Tenemos que actuar para que las cosas sucedan.

Finalmente, evitar compararnos con los demás; todos tenemos tiempos distintos para distintos eventos o personas en nuestras vidas y no existe una sola forma de vivirlo correctamente.

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