Por eso, los juegos de mesa son una herramienta enormemente valiosa por su dimensión motivacional y lúdica, comunicativa (interacción calmada y activa de los diferentes participantes), inclusiva (no discrimina por aspectos culturales, de edad, discapacidad o sexo), cooperativa (fomenta la cohesión grupal, el compañerismo y la solidaridad), y lleva consigo además una dimensión emocional en la que se "ponen en juego" (lo he entrecomillado porque es como un juego de palabras) componentes relacionados con la capacidad de gestionar conflictos, asumir retos o en aspectos tan esenciales como es la construcción de la identidad.

¡Acierta seguro!

A la hora de elegir el juego de mesa ideal, existen premisas clave que no pueden pasarse por alto. Colorbaby, especialista en juguetes, en colaboración con la psicóloga Lidia García Abián, te ofrece las mejores recomendaciones para elegir el juego de mesa más adecuado y desvela los beneficios de jugar en familia ¡Toma nota!

• Busca juegos de mesa que se adapten al desarrollo evolutivo y capacidad de comprensión de los jugadores. Cada miembro de la familia tiene sus propias capacidades y niveles de desarrollo. Por lo tanto, es esencial elegir un juego que se ajuste a la edad y habilidades de todos los jugadores. Los juegos deben ser desafiantes, pero no abrumadores, para que todos puedan participar activamente.

• Un juego de mesa debe ser siempre divertido. La diversión es el alma de cualquier juego de mesa. Debe ser una actividad entretenida que genere risas, emoción y momentos divertidos para todos los participantes. La diversión es lo que atrae a la familia y crea un ambiente positivo.

• Deben despertar el interés y la curiosidad. Los juegos de mesa deben ser capaces de estimular la mente y despertar la curiosidad de los jugadores. Es fundamental que presenten desafíos intrigantes, preguntas interesantes o tramas atractivas que mantengan a todos comprometidos y deseando descubrir más.

• Motivantes y que no pierdan nuestra atención. Los juegos deben mantener a los jugadores comprometidos durante toda la partida. Esto se logra a través de la creación de situaciones que mantengan la motivación alta y la atención centrada en el juego. Puede ser mediante la introducción de elementos competitivos, estratégicos o narrativos que involucren a todos.

• Debe ser voluntario y fomentar el disfrute. La participación en el juego debe ser voluntaria y deseada. Nadie debe sentirse presionado para unirse. El juego debe ser una actividad que todos deseen disfrutar y compartir, no una obligación.

• Que estimulen la creatividad y el factor sorpresa.  Los juegos de mesa pueden ser una excelente plataforma para estimular la creatividad. Deben permitir a los jugadores tomar decisiones, resolver problemas y enfrentarse a situaciones inesperadas. La presencia de sorpresas y giros inesperados agrega emoción y creatividad al juego.

• Fomenten la participación y actitud activa: Los juegos de mesa son herramientas sociales que promueven la interacción. Deben fomentar la participación activa de todos los miembros de la familia, animándolos a comunicarse, colaborar y competir de manera saludable. La actitud activa en el juego refuerza las habilidades sociales y el desarrollo integral.