Como indica la dra. Marisa Navarro "las dietas son una forma de alimentarse, en la que normalmente no te dejan elegir, indicando cantidades, qué comer y cuándo, sin importar los gustos de la persona en cuestión". Las dietas producen pensamientos de control sobre la comida, que nada tienen que ver ...
Como indica la dra. Marisa Navarro "las dietas son una forma de alimentarse, en la que normalmente no te dejan elegir, indicando cantidades, qué comer y cuándo, sin importar los gustos de la persona en cuestión". Las dietas producen pensamientos de control sobre la comida, que nada tienen que ver con las necesidades y apetencias de cada uno, creando un conflicto con la alimentación que, en ocasiones, llega a agotar.
Si bien es cierto, que para perder peso hay que cambiar la forma de comer, nunca debe hacerse con una dieta impersonal. Hay que realizar un cambio de pensamientos que traerá consigo un cambio de sentimientos, de acciones y de actitud, que mantenidas en el tiempo harán que se creen nuevos hábitos y nuevos circuitos neuronales que informarán, al centro regulador del peso que se encuentra en el hipotálamo, que esta nueva forma de comer es la mejor y más saludable y que nunca le van a faltar esos nutrientes.
"Todos tenemos un valor de peso concreto, llamado peso predeterminado, y aceptarlo es lo primero que tenemos que hacer. Para este peso entran en juego muchos factores: genéticos, nuestro metabolismo, calidad de lo que se ingiere, ejercicio físico, entorno alimentario, relaciones familiares y sociales… Si bien un 30% de nuestro peso depende de nuestra genética y metabolismo, el 70% restante es responsabilidad nuestra", explica la dra. Marisa Navarro.
Para bajar de peso definitivamente hay que transmitir confianza al hipotálamo, que entre otras tiene la función de mantener el peso predeterminado, y eso solo puede hacerse con una completa y saludable alimentación mantenida en el tiempo, que incluya todos los grupos de alimentos de forma equilibrada, pero no fijándose en las calorías que aporta cada grupo, sino en la calidad de los alimentos que se ingieren.
"Las dietas no funcionan y casi tienes asegurado el efecto rebote", así de tajante lo afirma la doctora Marisa Navarro. Mucho del sobrepeso que actualmente hay en nuestra sociedad es debido a hacer dietas, pues las que son restrictivas a largo plazo llevan al sobrepeso, debido a que se trata de un mecanismo de seguridad, "guardar para cuando no haya". "Además, cómo creéis que se puede sentir una persona que dieta tras dieta ve que no consigue nada o que incluso pesa más. Muy culpable, pudiendo llegar a la depresión, y de esto nadie suele hablar", añade la doctora Marisa Navarro.
Otro aspecto importante a destacar es que hay que saber diferenciar el hambre física del hambre emocional. El primero se produce cuando nuestro cuerpo necesita nutrientes, pero esto no puede pasar a todas horas; si esto ocurre, se está ante el hambre emocional. Para calmar ese hambre emocional, la doctora Marisa Navarro ha establecido una serie de técnicas:
- Beber agua o infusiones ante una necesidad de comer fuera del horario de comida. Aunque también aconseja beberse un vaso de agua antes de las cinco comidas al día. En ocasiones se confunde el hambre con la sed. El agua tiene un poder saciante, que nos permitirá saber discernir si se tiene hambre física o era emocional.
- La técnica de los tres minutos. La doctora recomienda que antes de empezar a comer quedarse tres minutos mirando el plato de comida, observando lo que se va a comer: color, olor, textura, nutrientes… Darse ese espacio de tiempo es muy beneficioso al permitir tomar conciencia de lo que se va a comer, produciendo un cambio. "Este sencillo ejercicio es todo un reto. Os invito hacer la prueba de los tres minutos; por ejemplo si te vas a tomar un bombón. Obsérvalo durante ese tiempo, si después te sigue apeteciendo, recomiendo que lo tomes; ahora si te has dado cuenta que era un simple capricho, guárdalo para otra ocasión".
- La técnica del reposo del tenedor. Entre bocado y bocado, la Dra. Marisa Navarro recomienda dejar el cubierto en la mesa y no cogerlo hasta haber tragado toda la comida de la boca. De esta forma se enlentece la forma de comer e impide engullir desbocadamente.
- La técnica del descanso al comer, que simplemente se trata de hacer uno o varios descansos a lo largo de la comida. No hay un tiempo establecido, eso lo marca cada persona, de lo que se trata es de volver a tomar conciencia de lo que se come.
"Lo que comemos es muy importante, pero la forma de comer no lo es menos, y además lo segundo influye notablemente en lo primero. Cuando tomamos conciencia de lo que comemos y esto lo conseguimos estando atentos y haciendo pequeños cambios en nuestra forma de comer, es casi seguro que ello va a cambiar nuestra alimentación. Manejar el hambre emocional y nuestra forma de comer es la alimentación emocional", concluye la doctora Marisa Navarro.