Cuando damos un paseo por nuestro barrio seguro que nos damos cuenta de la cantidad de negocios antiguos que ya han echado el cierre, ya sea por jubilación, porque no había relevo generacional o por haber quedado eclipsados por las grandes superficies comerciales. Puede que el antiguo bazar `Manolita´ haya dado paso a una lavandería o que la sala de cine ya en desuso albergue una nueva cafetería. Pero seguro que si piensas un poco te acordarás de los establecimientos que estaban antes de los actuales. Ferreterías, bazares, carnicerías, mercerías, mesones, droguerías, pastelerías, fruterías, tiendas de ropa, panaderías… y es que eran tantas y tan variadas las tiendas que se podían encontrar a pie de calle que los consumidores eran capaces de surtirse con lo imprescindible casi al instante. Quienes estaban al frente de estos negocios era casi como una gran familia con la que seguir manteniendo contacto de una generación para la siguiente. Ahora la exposición `No va a quedar nada de todo esto´, de la mano del colectivo Paco Graco, quiere extraer un pedacito de la historia del comercio local madrileño y exponerlo en el espacio CentroCentro.

Todos estos rótulos, que superar los más de 150, se han ido recogiendo por dicho colectivo desde 2017 y en ellos se puede apreciar cómo han cambiado sus grafismos, tipologías, colores y materiales a lo largo del tiempo: "No sólo los rótulos artesanales de tiendas centenarias, también salva los plasticuchos feos de metacrilato de tiendas más o menos nuevas y que apenas duraron abiertas unos años", según se expone en la descripción de la exposición. Estos permanecerán en la memoria colectiva de algunos, a otros les servirá para saber cómo ha ido cambiando el paisaje comercial de la ciudad y a otros les reconectará con su pasado, trasladándolos a su niñez. La entrada es gratuita y se puede visitar hasta el 10 de marzo, de martes a domingo y en horario de 10:00 a 20:00 horas.

La primera piedra

Esto surge de la mano del proyecto Paco Graco con el que se intenta rendir culto a un rotulista madrileño ya fallecido. Se ha puesto en marcha gracias al trabajo de Alberto Nanclares, Mercedes Moral, Guillermo Borreguero y Zuloark con el objetivo de recuperar de alguna forma la historia viva de la ciudad, ya que, según exponen en la página, "cuando se tiran esos rótulos, se tiran las historias de esos comercios, de sus clientes y de sus dueños. Se tira la memoria de nuestra ciudad. Con el cierre de esos comercios, también perdemos diversidad comercial, urbana y callejera: cuando sólo queden franquicias, nadie creará que en nuestras calles algún día hubo negocios familiares, comercios especializados, almacenes de materiales de construcción, y toda clase de tiendas de primera necesidad".

En esta web puedes callejear por las distintas calles de Madrid para descubrir los negocios que algún día las habitaron. Se acompañan de una breve descripción y algunas fotografías. Así, verás que la Sastrería Pajares ocupaba el número 11 de la calle de la Inmaculada Concepción, o como Herrero Papel y Bolsas estaba situado en la plaza Tirso de Molina, 8, y se fue expandiendo por otros puntos de la zona, o como en el Café Zahara, con más de 5 décadas de historia, podías tomarte unos churros o un plato combinado en plena Gran Vía. Además, se puede realizar una consulta clasificada por los carteles que están desaparecidos, en peligro, en uso, protegidos y los fueron rescatados, así como tener una imagen más completa de todos los negocios con sus correspondientes letreros a través de su listado.

FOTO PRINCIPAL.: Cartel de la exposición `No va a quedar nada de todo esto´ extraída del perfil de Facebook de CentroCentro.