En la sociedad actual, en la que mostramos toda nuestra vida en las redes sociales y la opinión que tengan los demás de nosotros nos importa, y mucho, ser felices se ha convertido en un objetivo casi obligatorio. Una felicidad que relacionamos con un alto poder adquisitivo, lujo, glamour y reconocimiento social. Pero los noruegos se han empeñado en mostrarnos que estamos muy equivocados. Según el estudio anual de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, Noruega está en el ranking de los 10 países más alegres del mundo. ¿Por qué? Por su filosofía kos, un planteamiento de la vida muy optimista y que se basa en aspectos tan sencillos como centrarnos en esas pequeñas alegrías que nos hacen sentir bien, pasar el mayor tiempo posible en la naturaleza y buscar la armonía en todos los ámbitos de la vida. 

Kos significa acogedor, pero también está relacionado con la comodidad, confort, y bienestar compartido, aunque se usa asimismo para referirse a una experiencia favorable o provechosa, a una casa o una habitación. Pero, todo ello, con un planteamiento minimalista, pues método noruego está relacionado con el placer de los pequeños momentos de nuestra rutina diaria, desde una reunión con amigos hasta el olor del café recién hecho. Es decir, esos momentos que nos permiten reducir la tensión y la ansiedad.

3 pilares básicos del Kos

Los noruegos han aprendido a vivir en armonía con la naturaleza y han reconocido su impacto en el bienestar humano, si bien es la forma en la que ellos abordan los problemas diarios. Vamos a ver los tres pilares principales de la filosofía kos:

- Conexión con la naturaleza: es fundamental para los noruegos, ya que buscan constantemente poder sumergirse en los entornos naturales, dando paseos por el bosque, disfrutando de la brisa marina o contemplando las estrellas. Una conexión que nos hace apreciar la belleza que nos rodea.

- La importancia de las relaciones: los noruegos son valoran muchísimo las relaciones con amigos y familiares, por lo que compartir momentos juntos se considera esencial para contar con un buen bienestar emocional.

- ​​​​​​​Atención plena y gratitud: unido al punto anterior, cuidar de nuestro bienestar emocional también significa cuidarse uno mismo. Es decir, ser conscientes del aquí y el ahora, poner toda nuestra atención en las cosas que estamos haciendo en un determinado momento y no hacerlo por "inercia". Y, cuando las cosas no van como pensamos, ser conscientes de lo que tenemos a nuestro alrededor y pensar en tres cosas por las que podríamos estar agradecidos.