En el desarrollo normal de los niños, se pasa por una etapa de egocentrismo infantil. Es un momento en el que el niño asume que todo lo que le rodea es suyo y puede disponer de ello siempre que lo desee y como lo desee. Esta situación es más intensa hacia los dos años, aunque puede prolongarse hasta los cuatro o cinco años. A partir de los cinco o seis años, cuando está preparado para ir asumiendo los valores sociales, es el momento de evolucionar y reducir el egocentrismo de etapas iniciales.

El egocentrismo es un concepto desarrollado por la psicología para describir un comportamiento caracterizado por la tendencia a realizar acciones cuya finalidad última es obtener beneficios para uno mismo, sin tener en consideración las necesidades o deseos de los demás. Es un fenómeno gradual y la mayoría de las personas tienen ciertas expresiones de egocentrismo en contextos determinados.

Los especialistas señalan que, entre las características de las personas con un alto nivel de egocentrismo, destacarían:

1-Solo importa su punto de vista, sin respetar el de los demás

Las personas egocéntricas presentan problemas cuando intentan comunicarse con los demás o negociar con ellos porque no suelen ponerse en el lugar de otras personas. En su discurso no incluyen los intereses reales de los demás, siendo ellas el punto de referencia central.

2-Manipulan a las personas que les rodean

Procuran manipular a los demás y piensan que lo hacen por el propio bien de la otra persona porque son incapaces de pensar que, a esa persona, podría perjudicarle colocarse en esa situación.

3-No les gusta compartir

Entienden que compartir significa perder una parte de lo que consideraban que tendrían, lo que no les gusta. No se plantearán la posibilidad de compartir nada, salvo que crean que les reportará beneficios en otros aspectos de la vida.

4-No están interesadas en conectar emocionalmente con los demás

No es real que las personas egocéntricas no puedan empatizar con nadie, No lo hacen de manera espontánea, salvo que sea evidente que lo que han hecho ha dañado a los demás o a que se pongan a pensar deliberadamente en qué es lo que quieren los demás.

5-No respetan el espacio o los momentos de otras personas

Las personas egocéntricas invaden el espacio y el tiempo de los demás porque ni siquiera se plantean que exista y deba ser respetado. Esta actitud provoca conflictos sin que sean capaces de darse cuenta.

6-Sitúan la satisfacción de sus propias necesidades y deseos como objetivo de sus acciones

No piensan en los demás, aunque beneficiarlas no les causaría ningún esfuerzo. No tienen en cuenta los intereses de los demás, salvo si sirven para alcanzar las propias necesidades.