Qué es la grasa visceral

En nuestro cuerpo contamos con diferentes tipos de grasa: 

• Grasa intramuscular: la que se encuentra entre las fibras musculares. Generalmente, su porcentaje es insignificante en comparación con otros tipos de grasa pero tiene un gran papel en la obesidad. Una excesiva cantidad de este tipo de grasa, ralentiza la pérdida de peso. Este tipo de grasa se suele perder haciendo deporte. 
• Grasa subcutánea: es la que se encuentra debajo de la piel y suele representar, generalmente, el mayor porcentaje de grasa de nuestro cuerpo. Además, se considera que es más fácil de eliminar y menos peligrosa que la grasa visceral.
• Grasa visceral: esta es la grasa que se acumula en el interior de nuestro cuerpo. No sé ve, pero es, sin duda, la más peligrosa para nuestra salud. La grasa abdominal se acumula, en la cavidad abdominal y alrededor de los órganos. La grasa visceral produce lipotoxicidad (cuando se acumula esta grasa, se producen sustancias derivadas de la grasa que interfieren en el buen funcionamiento del órgano afectado e incluso favorecen un estado de inflamación crónica del órgano). Esta grasa aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes.

Cómo nos afecta tener un exceso de grasa visceral

La grasa visceral no solo afecta la apariencia física, sino que también tiene un impacto significativo en la salud. De hecho, se asocia con un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud, como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, etc. Además, la grasa visceral puede influir en la resistencia a la insulina y la inflamación en el cuerpo. Un exceso de grasa visceral puede provocar: 

Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares: la acumulación de grasa alrededor de los órganos internos, incluido el corazón, está vinculada a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.

Resistencia a la insulina y diabetes tipo 2: la grasa visceral produce sustancias químicas que pueden interferir con la función normal de la insulina, llevando a la resistencia a la insulina y aumentando el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

Problemas metabólicos: la grasa visceral está asociada con alteraciones metabólicas, como niveles elevados de triglicéridos y reducción del colesterol HDL, lo que contribuye al síndrome metabólico.

Inflación crónica del cuerpo: la grasa visceral es metabólicamente activa y puede liberar sustancias inflamatorias en el cuerpo. La inflamación crónica está vinculada a diversas enfermedades, incluidas algunas formas de cáncer.

Problemas respiratorios: la grasa visceral también puede afectar la capacidad pulmonar y aumentar el riesgo de problemas respiratorios.

Cómo medir la grasa visceral si no se ve

Uno de los indicativos que nos ayuda a conocer la cantidad de grasa que acumulamos en nuestro organismo es midiendo el perímetro de la cintura. Un exceso de grasa en esta área, incluso en personas con un índice de masa corporal (IMC) normal, puede ser un indicador de acumulación de grasa visceral, aunque puede variar en función de la edad, el sexo y la genética. Un perímetro de cintura saludable sería:

- 88 cm en mujeres.

- 102 cm en hombres.

Cómo acabar con la grasa visceral

Para evitar un exceso de grasa visceral es importante cambiar nuestro estilo de vida. Una dieta saludable, controlar el estrés y hacer ejercicio de forma regular son fundamentales para mantener a raya este tipo de grasa y prevenir los riesgos asociados a ella.