Se trata de un evento anual donde se reconoce al mejor Artesano Florista del año, independientemente de si pertenece o no a la red Interflora, y con la idea de que cada año se celebre en un emplazamiento distinto de la geografía nacional.

Este evento está diseñado para atraer tanto al consumidor final como a otros sectores más allá del ámbito de la flor y la planta ornamental, con el fin de dar a conocer el talento y la habilidad de nuestros profesionales. El objetivo del MAF es resaltar no solo la parte más creativa y arriesgada del oficio del florista, sino también su capacidad para optimizar los recursos disponibles, su agilidad mental, su capacidad para trabajar en equipo y su creatividad en proyectos individuales, siempre desde una perspectiva técnica y eficientemente comercial.

El enfoque del MAF representa un cambio radical en el concepto de competición actual, dejando de lado los antiguos condicionamientos económicos donde la técnica se veía acompañada de materiales no florales, fondos decorativos, stands, etc. En su lugar, se busca implantar la presencia de la flor y la planta en nuestro entorno social y urbano, así como poner en valor la profesión de florista, acercar la flor y la planta a la sociedad e incluir a la ciudad entre las capitales españolas organizadoras de eventos florales.

Además, el MAF busca apoyar la labor formativa, tanto reglada como no reglada, que desempeñan las diferentes escuelas de floristería en todo el país, fomentar los vínculos profesionales entre los floristas, el intercambio de ideas y el trabajo en equipo, así como aportar belleza a la ciudad en la que se celebra.

Cristóbal Fernández Jaraquemada, encargado de comunicación y contenido para Interflora España, declara «El MAF es el momento del año en el que las flores son las protagonistas, y con ellas todos los que trabajamos en este mundo. Un mundo que tiene sus peculiaridades y que está en continua evolución. Cada año es emocionante observar la participación y el entusiasmo que se genera alrededor de este evento, y para nosotros es un honor ser los anfitriones».

Formato de la competición

Se trata de un formato de competición diseñado para desafiar a los profesionales floristas en situaciones que reflejan su quehacer diario en la floristería, con tareas establecidas por la organización del evento. Estos desafíos pueden ser individuales o grupales, con equipos asignados al azar entre los concursantes, y todo el material necesario será proporcionado por la organización.

Las pruebas serán evaluadas por un amplio jurado compuesto por representantes de las principales Escuelas y Centros de Formación de Arte Floral del país. Cada competidor acumulará puntos por los logros alcanzados en cada desafío, y solo los concursantes con las puntuaciones más altas avanzarán a la final, que se llevará a cabo en el último día del evento. Este proceso garantiza una evaluación imparcial y rigurosa de las habilidades y la creatividad de los participantes.