La alexitimia es un término griego que se usa para describir los problemas relacionados con las emociones y que significa, algo así como "carecer de palabras para la emoción". Y aunque tampoco se conoce mucho de esta afección, (de hecho, diversos estudios demuestran que solo afecta a un pequeño porcentaje de la población), los expertos sí señalan que no todas las personas con este tipo de trastorno tienen problemas para expresar e identificar sus emociones. Eso sí, se considera un diagnóstico secundario en otras afecciones, como pueden ser la depresión y el autismo.

Las personas que sufren de alexitimia tienen dificultades para expresar las emociones; por ejemplo, no muestran felicidad en una ocasión alegre, otras personas pueden tener problemas para identificar sus emociones, otras pueden tener dificultades para sentir empatía, problemas para detectar y comprender los estados emocionales ajenos, no saben si están mostrando miedo o ira, etc.

Por todo ello, una persona con alexitimia tiende a mostrarse como definimos a continuación:

- Tiene dificultades a la hora de expresar las propias emociones y diferenciarlas

- Muestra una postura rígida e inexpresiva.

- Su comportamiento se basa en la lógica y la práctica.

- Toma decisiones basadas en los aspectos racionales y funcionales, sin tener en cuenta la intuición y los aspectos emocionales.

- No usa la imaginación y tienen escasa capacidad de introspección o de contacto con su mundo interno subjetivo.

- Su pensamiento es más bien concreto y su estilo de comunicación monótono, sin matices afectivos, gesticulaciones, modulaciones o cambios en el tono de voz.

- Puede tener problemas de sociabilidad al mostrarse indiferente y distante.

- En ocasiones, suele ser muy conformista, apegada a las normas convencionales y a relacionarse de una forma muy estereotipada con los demás.

¡No estás sola!

El tratamiento psicológico de la alexitimia pasa por ayudar a la persona a tomar conciencia de las propias emociones, a reconocerlas y canalizarlas de manera adecuada. De ahí que resulte fundamental llevar a cabo un trabajo que focalice la atención hacia esas expresiones que suelen acompañar a dichas emociones, es decir,  los gestos, los movimientos o el tono de voz, entre otras.

En este sentido, para tratar la alexitimia es recomendable seguir las siguientes pautas:

- Contar con apoyo familiar o bien acudir a sesiones con un psicoterapeuta.  

- El uso, bajo prescripción médica, de los fármacos adecuados en caso de que la alexitimia está en su fase primaria.

- Terapia emocional o meditación, que ayuden a identificar y regular las emociones. Así como sesiones de hipnosis o relajación, que puedan ayudar a mejoran la comprensión emocional. 

- Actividades relacionadas con el teatro, la música o la danza, de tal manera que favorezcan la exteriorización de los sentimientos a través del arte.