Cualquier cuerpo extraño que quede atascado en la garganta o en las vías aéreas puede impedir el paso de oxígeno a los pulmones y, consecuentemente, al cerebro. A este nivel las células son muy sensibles a esta carencia llegando a provocar una hipoxia que puede generar un grave daño a ...
Cualquier cuerpo extraño que quede atascado en la garganta o en las vías aéreas puede impedir el paso de oxígeno a los pulmones y, consecuentemente, al cerebro. A este nivel las células son muy sensibles a esta carencia llegando a provocar una hipoxia que puede generar un grave daño a nivel cerebral e, incluso, la muerte. Obviamente, no todos los atragantamientos presentan la misma gravedad, pero deben ser tratados con cuidado.
Las causas son numerosas y variables. En los adultos suele producirse por los alimentos mal masticados o los objetos de pequeño tamaño que se mantienen en la boca de manera casi inconsciente. En los niños, puede deberse a trozos de comida demasiado grandes para su edad, pequeños objetos que se meten en la boca como un juego y a caminar o correr con la comida en la boca.
A nivel preventivo sería recomendable:
1-Cortar los alimentos en trozos pequeños o en forma de puré según las necesidades del comensal. Si se padece alguna patología asociada a la deglución, por ejemplo, es fundamental proporcionar una textura adecuada.
2-Evitar hablar mientras se mastica o se traga porque, además de que resulta desagradable, puede provocar el atragantamiento.
3-Enseñar a comer a los niños. Despacio, masticando bien los alimentos y manteniendo una atención constante a ese momento sin mirar continuamente a las pantallas de los móviles con los dibujos animados que los despistan y no permiten que se concentren en lo que están haciendo.
4-Impedir el acceso de los niños pequeños a alimentos que puedan causar atragantamientos (caramelos, frutos secos o jamón serrano, por ejemplo). Cuidado especialmente con el jamón serrano, que debe estar muy bien cortado y ser bien masticado antes de tragarlo. Vigilar al niño durante la comida y evitar que tenga a su alcance ningún objeto que pueda causar atragantamiento. No debe quedarse solo en ningún momento y es preciso mantener una atención constante hasta que acabe de comer.
5-Masticar de manera lenta y cuidadosa y mezclando con saliva antes de tragar para facilitar su deglución. Un adecuado proceso de masticación es imprescindible para lograr que los alimentos adquieran la forma idónea que facilite su deglución.
6-Mantener lejos del alcance de los niños pequeños, objetos que puedan atascarse en su garganta. Juguetes, pilas, bolas o globos son más peligrosos de lo que parece. Es fundamental elegir bien los juguetes que ponemos a su alcance. Deben estar adaptados a su edad y seguir todas las normas de seguridad.
7-Mantener una correcta posición al comer. Es preciso estar sentado y quieto porque tumbarse o moverse con la comida en la boca favorece los atragantamientos y es una falta de educación.