No todas las toses son igual. Dependiendo de cómo suene, cuánto dure o si viene acompañado de flema, puede darnos pistas sobre qué está ocurriendo en nuestro organismo. Estas son algunas de las toses más comunes, sus causas y cómo aliviarlas con remedios naturales. La molesta tos seca Es una tos irritante ...
No todas las toses son igual. Dependiendo de cómo suene, cuánto dure o si viene acompañado de flema, puede darnos pistas sobre qué está ocurriendo en nuestro organismo. Estas son algunas de las toses más comunes, sus causas y cómo aliviarlas con remedios naturales.
Es una tos irritante que no produce flema y parece no servir para nada más que hacerte carraspear una y otra vez y ponerte cada vez más nerviosa. La tos seca suele ser el resultado de una irritación en la garganta o las vías respiratorias superiores. Puede aparecer por infecciones virales como un resfriado, alergias, contaminación ambiental o incluso aire demasiado seco.
Para aliviarla, lo ideal es hidratar las vías respiratorias. Beber infusiones tibias con miel y limón es un remedio clásico y efectivo. También ayuda a usar un humidificador en casa o colocar un recipiente con agua cerca de la calefacción para mantener el ambiente menos seco. Si tienes la garganta muy irritada, los caramelos de miel o mentol pueden ofrecerte algo de alivio.
Este tipo de tos, también llamado productivo, es la forma que tiene el cuerpo de limpiar las vías respiratorias de moco o secreciones. Es común durante resfriados, gripes, bronquitis o cualquier afección respiratoria que produzca congestión.
En este caso, lo ideal es intentar que la flema salga. Para ello, es importante beber mucha agua para mantener el moco fluido y hacer inhalaciones de vapor. Puedes añadir unas gotas de aceite esencial de eucalipto o unas hojas de menta a un recipiente con agua caliente, cubrir tu cabeza con una toalla e inhalar el vapor. Esto aflojará las secreciones y te ayudará a respirar mejor. Es importante que evites frenar este tipo de tos de forma radical con la ayuda de medicamentos supresores. Aunque moleste, esta tos es muy necesaria para eliminar las secreciones y evitar complicaciones.
Si tu tos es seca, persistente y viene acompañado de picazón en la garganta o estornudos, puede ser que el origen sea alérgico. Suele aparecer por la exposición a alérgenos como polvo, polen o pelo de animales.
La clave aquí es identificar qué está provocando la alergia y tratar de evitarla. Ventila tu casa, limpia bien el polvo y, si es necesario, utiliza un purificador de aire. Beber infusiones de ortiga o manzanilla puede aliviar la irritación en la garganta y, si es muy molesta, puedes consultar con tu médico para poder usar antihistamínicos.
¿Alguna vez al irte a dormir has empezado a toser? Este tipo de tos es, sin duda, una de las más irritantes porque no nos deja dormir. Puede ser una tos seca o productiva, dependiendo del origen (reflujo gástrico, asma, congestión nasal…) Para evitarla, levanta un poco la almohada y evita cenar comidas pesadas o picantes. También puedes tomar una infusión caliente antes de dormir, como jengibre con miel, para calmar las vías respiratorias.
Si llevas días o semanas tosiendo y parece que no hay manera de que desaparezca, puede ser algo más serio. La tos crónica puede estar relacionada con afecciones como el asma, el tabaquismo, el reflujo gastroesofágico o enfermedades pulmonares. En estos casos, es básico que acudas al médico para que te haga una revisión más exhaustiva.
¿Sabías que hay un tipo de tos que puede ser el reflejo de estrés o ansiedad? Esta tos suele aparecer en momentos de tensión y no tiene una causa física evidente. Lo ideal para calmar este tipo de tos es calmarse con técnicas de respiración, escuchando música tranquila o bebiendo una infusión de tila o valeriana.