Los especialistas aportan una serie de indicaciones para potenciar el consumo de fruta entre las que destacarían: 1-Es posible encontrar frutas variadas en cualquier época. Los diferentes puntos de venta especializados las presentan en momentos anómalos por la estación en la que nos encontramos, pero no es extraño porque proceden de ...
Los especialistas aportan una serie de indicaciones para potenciar el consumo de fruta entre las que destacarían:
1-Es posible encontrar frutas variadas en cualquier época. Los diferentes puntos de venta especializados las presentan en momentos anómalos por la estación en la que nos encontramos, pero no es extraño porque proceden de lugares en los que sí están en sazón. Lo más recomendable es consumir fruta de temporada porque resulta más económica y permite una gran variación a lo largo del año. Compra la que te apetezca y guste porque es bueno para tu salud.
2-La fruta puede ser consumida en cualquier momento, aunque lo más recomendable sería incluirla como parte del desayuno, a lo largo de la mañana o a media tarde. Puedes emplearla como merienda en el parque, meterla en la mochila de los niños para que la coman en el colegio o llevarla al trabajo.
3-A pesar de que cada fruta presenta una concentración específica de elementos nutritivos, comparten algunas características fundamentales que las convierten en alimentos nutricionalmente interesantes. Todas las frutas presentan un elevado contenido en agua, vitaminas (A, del grupo B y C, fundamentalmente) y minerales (potasio, calcio, hierro y magnesio, especialmente) y su bajo nivel de proteínas, materia grasa y calorías.
4-Una característica peculiar de las frutas es que presentan colores variados (verde, rojo, naranja, etc.) y que, cuanto mayor es la intensidad cromática, mayor es la concentración de vitaminas y minerales. Aunque estos bioelementos no se encuentran únicamente en la piel, lo recomendable es, siempre que sea posible, consumirlas con piel y frescas (porque conservan mejor sus propiedades nutricionales).
5-La higiene es fundamental. Se debe realizar la limpieza de cada pieza con mucha profundidad y cuidado. El agua del grifo es tu mejor aliada para garantizar que lo que introduces en tu boca está libre de microorganismos.
6-Se recomienda su consumo en crudo para disfrutar de todas sus propiedades. También existen otras posibilidades (como los zumos, las compotas, las mermeladas, etc.) que no hay que descartar, aunque el procesado reduce su contenido nutritivo. Elige productos elaborados sin azúcar añadido para disminuir el contenido calórico. Constituyen una buena opción para quienes presentan gases, digestiones pesadas o alteraciones intestinales.
7-Guíate por tu experiencia personal, pues cada uno tiene sus propias necesidades. Si tienes estreñimiento, suelen funcionar bien la ciruela o el kiwi al desayuno. Para broncearte, las frutas ricas en carotenoides como las cerezas y las frambuesas. Si deseas reducir el estrés, los plátanos y las fresas. Para mejorar la diarrea, la manzana asada. Si quieres evitar los calambres, los plátanos.
8-Combínalas. Prepara una macedonia (manzana, pera, uvas y plátano) con naranja exprimida o limón, un zumo natural con sandía, piña y fresas o una ensalada con arándanos y manzana, por ejemplo.