La hipocondría puede describirse como un estado de preocupación, incertidumbre y miedo casi constante por desconocimiento del verdadero estado de salud y por las consecuencias que puede tener en la propia vida. Cuando esa incertidumbre se resuelve (aunque sea confirmando el miedo), la preocupación hipocondríaca se atenúa, desaparece o es ...
La hipocondría puede describirse como un estado de preocupación, incertidumbre y miedo casi constante por desconocimiento del verdadero estado de salud y por las consecuencias que puede tener en la propia vida. Cuando esa incertidumbre se resuelve (aunque sea confirmando el miedo), la preocupación hipocondríaca se atenúa, desaparece o es sustituida por un nivel de preocupación adecuado que la persona y su entorno consideran realista y ajustado y, por tanto, no causa el mismo malestar psicológico ni el sentimiento de culpa que habitualmente provocan las inadecuadas preocupaciones hipocondríacas.
En el trastorno de pánico se presentan ataques de pánico (miedo intenso) y sensaciones repentinas de terror sin la existencia de un peligro real, cuya intensidad máxima se alcanza en pocos minutos. Quien los sufre presenta síntomas físicos, malestar y la sensación de que está perdiendo el control.
La hipocondría y el trastorno de pánico se caracterizan por un estilo de pensamiento focalizado en el cuerpo y los síntomas. Algunos especialistas señalan que la interpretación negativa y catastrófica de sensaciones y síntomas corporales inocuos podría ser la base de ambos trastornos. Además, se considera que las personas con estos trastornos presentan niveles similares de vigilancia corporal, miedo a los cambios corporales y amplificación sensorial.
A pesar de que ambos trastornos comparten algunas características comunes, presentan diferencias significativas entre las que destacarían:
1-La creencia en la inmediatez de la catástrofe. En el trastorno de pánico se percibe que la muerte va a ser inminente; en la hipocondría se piensa en una catástrofe demorada, insidiosa, dolorosa y de larga duración que llevará a la muerte.
2-La búsqueda de ayuda. Las personas con trastorno de pánico buscan con rapidez ayuda especializada para su problema (en los servicios de urgencia o en los centros especializados de salud mental). Las personas con hipocondría no creen que la enfermedad suponga un peligro de muerte inminente, por lo que demoran buscar ayuda.
3-La interpretación de los síntomas. Quienes presentan trastorno de pánico se centran en los síntomas de hiperactividad autonómica (taquicardia y dificultad para respirar, fundamentalmente) y los interpretan como indicación de que se puede presentar su muerte de forma inminente (en vez de percibirlos como síntomas de ansiedad, por ejemplo). Los pacientes con hipocondría presentan un abanico más amplio, inespecífico y cambiante de síntomas que son interpretados de manera disfuncional.
4-Duración de los síntomas. En la hipocondría, los síntomas se manifiestan de manera persistente y, en el trastorno de pánico, se presentan sobre todo durante las crisis.
5-Cronología de los trastornos. Cuando el trastorno primario es el pánico, las manifestaciones hipocondríacas secundarias pueden no precisar un tratamiento diferente al del trastorno de pánico. Cuando la hipocondría es el trastorno primario, el tratamiento para el pánico podría no ser suficiente para lograr la mejora de los síntomas hipocondríacos.