De acuerdo con la Comisión para la Detección Precoz de la Sordera Infantil (CODEPEH), 5 de cada 1.000 recién nacidos presentan sordera de algún grado y 1 de cada 1.000 tiene sordera severa o profunda. Estas cifras reflejan que la hipoacusia infantil es más común de lo que parece, pero ...
De acuerdo con la Comisión para la Detección Precoz de la Sordera Infantil (CODEPEH), 5 de cada 1.000 recién nacidos presentan sordera de algún grado y 1 de cada 1.000 tiene sordera severa o profunda. Estas cifras reflejan que la hipoacusia infantil es más común de lo que parece, pero sigue siendo poco visible. Esto se debe, en parte, a las limitaciones en las pruebas iniciales y a las pérdidas en el seguimiento, tal y como explica la CODEPEH.
La pérdida auditiva en la infancia puede tener graves consecuencias en el desarrollo del lenguaje, la socialización y el rendimiento escolar. Por eso, el objetivo es detectar la sordera antes del primer mes de vida, confirmar el diagnóstico antes de los tres meses e iniciar el tratamiento antes de los seis. Sin embargo, si esto no ocurre, el niño o la niña puede tener más dificultades para desarrollarse con normalidad.
Además, muchos padres y madres no conocen los factores de riesgo que pueden hacer sospechar una pérdida auditiva, como tener antecedentes familiares, infecciones durante el embarazo, una estancia prolongada en la UCI o haber recibido medicamentos que puedan afectar al oído. La CODEPEH también alerta del aumento de las sorderas progresivas, de desarrollo tardío o adquiridas en la infancia, relacionadas con otitis, traumatismos o incluso el uso prolongado de auriculares a volumen alto.
Con el objetivo de acompañar a las familias, GAES Junior, división de la compañía especializada en audición infantil, ha lanzado una landing page específica sobre la detección precoz en la infancia, donde se puede encontrar más información sobre señales de alerta y consejos prácticos para actuar a tiempo.
Las señales más comunes que deben observarse en bebés son:
Detectar estos signos a tiempo es importante para empezar una intervención que evite retrasos en el lenguaje, dificultades escolares o problemas de integración social. Desde GAES Junior se recomienda a padres y pediatras estar atentos y realizar controles periódicos de la audición más allá del cribado neonatal.
Es fundamental observar cómo reacciona el niño a los sonidos, si responde a su nombre o si tiene dificultades para adquirir el lenguaje. Cualquier sospecha debe consultarse cuanto antes con un especialista en audiología infantil. Inma Cabrera, responsable de Marketing de GAES Junior, añade: "La salud auditiva en la infancia no puede esperar. Cuanto antes se detecta una pérdida auditiva, antes se abren las puertas al desarrollo, al lenguaje y a la participación plena del niño o niña".