Se puede describir la sobremesa como el período de tiempo que los comensales emplean para conversar sentados a la mesa tras la comida. Es un momento en el que, lo más habitual es seguir consumiendo durante la conversación lo que no se ha recogido (pasteles, bombones, cafés y licores, por ...
Se puede describir la sobremesa como el período de tiempo que los comensales emplean para conversar sentados a la mesa tras la comida. Es un momento en el que, lo más habitual es seguir consumiendo durante la conversación lo que no se ha recogido (pasteles, bombones, cafés y licores, por ejemplo) y pueden alterar nuestro sistema digestivo y afectar a la digestión.
Los especialistas señalan que:
1-De manera general, en la mesa se presenta una variedad de alimentos (como los dulces variados) ricos en materia grasa que, al ser consumidos, modifican las sensaciones de hambre y saciedad. Nuestro organismo se descontrola y libera sustancias que generan una mayor apetencia por la comida grasa lo que, en el momento puede provocar una indigestión y, mantenido en el tiempo, puede provocar obesidad.
2-La regulación del apetito depende de factores internos y externos. La presencia de esa interesante oferta de comida y bebida (de fácil acceso) genera un deseo incontrolable de ingerirla, aunque ya estemos saciados. Además, es un momento en el que nos inclinamos a consumir alimentos dulces y grasos, en lugar de otros más ligeros, lo que provoca que la ingesta calórica se multiplique exponencialmente.
3-Algunos estudios señalan que, cuanto mayor es la variedad de alimentos que tenemos delante, más se estimula nuestro deseo de comer. Esto puedes observarlo cuando te encuentras ante un bufet de desayuno en un hotel, por ejemplo. A pesar de que en tu casa hagas un frugal desayuno o salgas sin desayunar, cuando te encuentras ante todos esos alimentos, te cuesta resistirte y acabas comiendo mucho más de lo deseable. Esta sensación es la misma que se presenta durante la sobremesa. Al oler y ver los alimentos y bebidas que tienes ante ti, no resulta fácil renunciar a ellos y los consumes casi sin darte cuenta de que lo estás haciendo.
4-Parece existir, según algunos especialistas, un fenómeno de adaptación. Describe la alteración consistente en comer sin límite y/o de manera compulsiva cuando una persona susceptible a hacerlo se encuentra ante alimentos ricos en grasa y azúcar. Este mecanismo podría ser debido a que se produce la activación del sistema de recompensa del cerebro que induce a la persona a consumirlos sin control. Otros expertos hablan de un fenómeno de resistencia que implica que no se activan las señales de saciedad, provocando una ingesta excesiva.
Una buena sobremesa resulta muy agradable y se recomienda disfrutarla sin sufrimiento. Si deseas evitar problemas, modera la ingesta de los alimentos y bebidas que se mantienen en la mesa y consúmelos lentamente para que su sabor dure y sea posible reducir la cantidad ingerida.