La tos es uno de los signos más frecuentes del resfriado que debe ser analizado por el médico. Se considera un mecanismo de protección del organismo, aunque resulta muy incómoda a quienes la padecen. Cuando la tos se presenta en los niños, los ancianos y los enfermos crónicos, es imprescindible acudir al médico en cuanto sea posible.

Se pueden establecer varios tipos de tos en función de sus características, aunque se han agrupado en dos grandes tipos para que resulte más sencilla su clasificación:

-Tos seca o no productiva. Suele ser causada por la irritación de las vías respiratorias superiores debido a la presencia de agentes externos (como el humo o los alérgenos, por ejemplo). Cursa con picor de garganta y no produce expectoración.

-Tos blanda o productiva. Se manifiesta con mucosidad y expectoración.

Las causas de la tos pueden ser variadas: infecciones de las vías respiratorias, resfriados, alergias, asma, sinusitis, tabaquismo, reflujo gastroesofágico, consumo de ciertos fármacos, bronquitis o neumonía, por ejemplo. Aunque la tos no se considera grave en sí misma, se recomienda analizar su origen para evitar complicaciones que pueden ser de difícil tratamiento cuando no se corrigen en el momento inicial.

La tos suele durar solo unos días, pero en algunos casos puede cronificarse y debe ser diagnosticada de manera específica. Además, en algunas personas se presenta una tos crónica de carácter psicógeno, relacionada con situaciones en las que se ponen nerviosas y tosen sin poder controlarse. Debe realizarse un diagnóstico diferencial y el tratamiento debe ser pautado por el médico.

Si tienes tos consulta al médico para que valore la situación y establezca las pautas adecuadas. De manera general, entre las recomendaciones habituales, destacarían:

-Para reducir la tos seca es adecuado consumir caramelos o pastillas con miel porque mejoran la humidificación de la garganta y reducen la sensación de irritación. También puede aliviarla mantenerse bajo la ducha aspirando el vapor que se forma o preparar vahos de agua con eucalipto y respirar bajo una toalla.

-Para la tos húmeda resulta conveniente eliminar la mucosidad de la nariz utilizando suero fisiológico o productos similares que reducen los mocos y facilitan mantener la limpieza de las vías respiratorias.

Entre las recomendaciones para prevenir la aparición de la tos, destacarían:

1-Controlar el ambiente. Evitar permanecer en locales cálidos y secos porque favorecen la irritación de las mucosas.

2-Mantener una buena hidratación. Lo mejor es beber agua, pero también estarían indicados los zumos naturales y las infusiones, por ejemplo.

3-No fumar. El humo del tabaco afecta directamente al correcto funcionamiento de las vías respiratorias.

4-Reducir los alérgenos.  Evita el contacto con ellos, especialmente en tu dormitorio.

5-Usar ventiladores. Evita el aire acondicionado porque aumenta la irritación.

6-Utilizar un humidificador. Su actividad evita que se resequen las mucosas y aumente la irritación que causa la tos.