Se define acrofobia como un miedo a las alturas extremo, irracional, que resulta incapacitante para quien lo siente y reduce su calidad de vida. Puede presentarse en cualquier situación (terrazas, escaleras, ascensores con paredes transparentes, puentes y balcones, entre otras). En algunas personas es suficiente imaginarse estas situaciones para sufrir ...
Se define acrofobia como un miedo a las alturas extremo, irracional, que resulta incapacitante para quien lo siente y reduce su calidad de vida. Puede presentarse en cualquier situación (terrazas, escaleras, ascensores con paredes transparentes, puentes y balcones, entre otras). En algunas personas es suficiente imaginarse estas situaciones para sufrir un intenso malestar. La prevalencia de la acrofobia es elevada. Se calcula que afecta al 5% de la población, aproximadamente, siendo más frecuente en mujeres que en hombres.
Es importante realizar un diagnóstico diferencial entre acrofobia y vértigo, pues el tratamiento es distinto. El paciente con vértigo describe que lo que le rodea gira o se mueve y le provoca la sensación de pérdida de equilibrio. Esta situación puede asociarse a las alturas en el denominado vértigo de altura, por lo que puede confundirse con la acrofobia.
Los especialistas señalan que, entre los síntomas de la acrofobia, destacarían:
1-Ansiedad. El foco de atención se concentra en los posibles peligros asociados a las alturas, que produce un gran malestar e impide alcanzar un pensamiento racional. Se presenta de manera anticipada y durante la exposición a la altura.
2- Dolor de cabeza. La situación provoca la activación intensa del sistema nervioso. Esa hiperactivación sostenida en el tiempo provoca la liberación de sustancias específicas que generan dolor durante la exposición o cuando ha acabado el episodio de exposición a la altura.
3- Pánico. Se presenta porque la persona afectada anticipa el dolor y la muerte que la caída desde la altura a la que se encuentra pueden provocar. En ocasiones, desemboca en ataques de pánico que deben ser diagnosticados y tratados correctamente por el especialista.
4- Pérdida de control. Es una sensación que provoca un intenso malestar a quien la padece. A la persona le resulta imposible controlar las sensaciones o pensar de manera racional pues sus funciones cognitivas se ven afectadas por el miedo a las alturas.
5- Taquicardia y falta de aire. Son sensaciones fisiológicas que acompañan a la ansiedad que siente la persona ante la imagen de encontrarse en la situación que le genera ese intenso miedo.
6-Tensión muscular y agitación. La tensión muscular provoca temblores musculares en el cuerpo y una agitación incontrolable debido a la hiperactivación del sistema nervioso simpático.
El médico o especialista debe diagnosticar y tratar correctamente el miedo a las alturas patológico. Suele recomendarse tratamiento psicológico para reducir los síntomas que, aunque no suelen desaparecer absolutamente, va a mejorar la calidad de vida de quien los padece.
Consulta a un experto y solicita su ayuda. La psicología aporta soluciones desde las denominadas Terapias Cognitivo Conductuales. Suele emplearse la exposición controlada porque resulta eficaz si se realiza correctamente. Se realiza enfrentando a la persona afectada a la altura que le provoca miedo. Es preciso hacerlo de manera gradual, estableciendo objetivos simples y a corto plazo que puedan ser cumplidos con un nivel de ansiedad que resulte tolerable para el paciente.