El postparto: el primer reto del autocuidado

Ángela Zorrilla

Las madres suelen priorizar el bienestar de su familia por encima del propio, relegando su autocuidado a un segundo plano. Sin embargo, dedicar tiempo a su salud no solo mejora su calidad de vida, sino también la de quienes las rodean.

16/05/2025

La autoexigencia, la falta de tiempo y la culpa son algunos de los principales obstáculos que dificultan el autocuidado de las madres. El 95% de las mujeres reconoce dedicar menos tiempo a sí mismas tras convertirse en madres. Además, nueve de cada diez madres sienten culpa cuando priorizan su bienestar ...

La autoexigencia, la falta de tiempo y la culpa son algunos de los principales obstáculos que dificultan el autocuidado de las madres. El 95% de las mujeres reconoce dedicar menos tiempo a sí mismas tras convertirse en madres. Además, nueve de cada diez madres sienten culpa cuando priorizan su bienestar personal.

Estos datos reflejan una realidad: el autocuidado materno continúa siendo una asignatura pendiente. Ante tal contexto, desde PronoKal® subrayan que cuidar de la propia salud no es un acto egoísta, sino una necesidad que impacta positivamente en el bienestar familiar, laboral y emocional. Reconocer la importancia de su labor, fortalecer los lazos familiares, expresar gratitud y fomentar el autocuidado son acciones fundamentales que contribuyen positivamente a la salud mental y emocional de todos.

El postparto: el primer reto del autocuidado

El postparto es una de las etapas más sensibles para el bienestar físico y emocional de la madre. El cansancio, la recuperación física y los cambios hormonales hacen que encontrar tiempo para una misma resulte difícil. Recuperar el equilibrio es posible con pequeños gestos:

  • Hidrátate y descansa siempre que puedas: el cuerpo necesita agua y sueño para recuperarse del embarazo y el parto. Intenta beber suficiente agua a lo largo del día y prioriza dormir cuando el bebé también duerma. Recuperar energías te ayudará a sentirte mejor física y emocionalmente.
  • Opta por comidas fáciles y saludables: frutas, verduras, proteínas de calidad, frutos secos y grasas buenas como el aguacate. Alimentarte bien no solo te ayudará a recuperar fuerzas, también a mantener el ánimo y evitar el típico bajón de energía tras las comidas.
  • Muévete para sentirte mejor: el ejercicio regular no solo mejora el ánimo y la energía, también ayuda a fortalecer músculos y huesos, algo clave tras el embarazo y de cara al futuro. Incorporar ejercicios de fuerza de forma progresiva favorece la movilidad, protege la salud ósea y mantiene el metabolismo activo.

A medida que los hijos crecen, muchas madres siguen priorizando las necesidades de su familia por encima de las suyas. "Muchas madres sienten que cuidarse es un acto egoísta, cuando en realidad es una necesidad esencial. No se trata de elegir entre una misma o su familia: cuando una madre se prioriza, está invirtiendo en su salud física, emocional y en el bienestar de todo su entorno", explica Pilar Morales, responsable de coaching de PronoKal®.

Bienestar en tu vida

Al respecto, propone algunas estrategias para ayudar a las madres -en cualquier etapa de la maternidad- a integrar el bienestar propio en su rutina diaria:

  • No te sientas culpable por dedicarte tiempo: Cuidarte no significa descuidar a tu familia. Al contrario: cuando una madre está bien, todo su entorno mejora. Priorizar tu salud también es una forma de cuidar de los demás.
  • Planifica comidas fáciles y saludables: Organizar menús semanales sencillos con alimentos frescos (verduras, frutas, proteínas de calidad y grasas saludables) facilita comer bien incluso en días caóticos. Además, son opciones que también cuidan a toda la familia.
  • Encuentra pequeños momentos para moverte: No hace falta pasar horas en el gimnasio. Caminar, hacer ejercicios rápidos en casa o dedicar 10 minutos a estiramientos ya suma mucho para tu bienestar físico y mental.
  • No dejes para el final tu bienestar mental y emocional: Dedicar unos minutos al día a respirar profundo, desconectar o practicar mindfulness ayuda a gestionar mejor el estrés y afrontar el día con más calma.

Cuidarse no es un acto egoísta, es una demostración de amor propio que también repercute en quienes nos rodean. Adaptarse a cada etapa de la maternidad con comprensión y amabilidad permite construir un bienestar duradero. Porque cuando una madre se prioriza, toda la familia crece con ella.

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