La autoexigencia, la falta de tiempo y la culpa son algunos de los principales obstáculos que dificultan el autocuidado de las madres. El 95% de las mujeres reconoce dedicar menos tiempo a sí mismas tras convertirse en madres. Además, nueve de cada diez madres sienten culpa cuando priorizan su bienestar ...
La autoexigencia, la falta de tiempo y la culpa son algunos de los principales obstáculos que dificultan el autocuidado de las madres. El 95% de las mujeres reconoce dedicar menos tiempo a sí mismas tras convertirse en madres. Además, nueve de cada diez madres sienten culpa cuando priorizan su bienestar personal.
Estos datos reflejan una realidad: el autocuidado materno continúa siendo una asignatura pendiente. Ante tal contexto, desde PronoKal® subrayan que cuidar de la propia salud no es un acto egoísta, sino una necesidad que impacta positivamente en el bienestar familiar, laboral y emocional. Reconocer la importancia de su labor, fortalecer los lazos familiares, expresar gratitud y fomentar el autocuidado son acciones fundamentales que contribuyen positivamente a la salud mental y emocional de todos.
El postparto es una de las etapas más sensibles para el bienestar físico y emocional de la madre. El cansancio, la recuperación física y los cambios hormonales hacen que encontrar tiempo para una misma resulte difícil. Recuperar el equilibrio es posible con pequeños gestos:
A medida que los hijos crecen, muchas madres siguen priorizando las necesidades de su familia por encima de las suyas. "Muchas madres sienten que cuidarse es un acto egoísta, cuando en realidad es una necesidad esencial. No se trata de elegir entre una misma o su familia: cuando una madre se prioriza, está invirtiendo en su salud física, emocional y en el bienestar de todo su entorno", explica Pilar Morales, responsable de coaching de PronoKal®.
Al respecto, propone algunas estrategias para ayudar a las madres -en cualquier etapa de la maternidad- a integrar el bienestar propio en su rutina diaria:
Cuidarse no es un acto egoísta, es una demostración de amor propio que también repercute en quienes nos rodean. Adaptarse a cada etapa de la maternidad con comprensión y amabilidad permite construir un bienestar duradero. Porque cuando una madre se prioriza, toda la familia crece con ella.