Después de que Cataluña fuese reconocida como 'Región Mundial de la Gastronomía 2025' en el año 2023, se ha organizado la muestra 'Enseñar las cartas', comisariada por la Academia Catalana de Gastronomía y Nutrición, con la que se pretende servir como escaparate visual para mostrar su riqueza gastronómica tomando como ejemplo algunos de los establecimientos de restauración más característicos. Pero no se puede entender como un "catálogo enciclopédico" ni tampoco como un "inventario", sino como un ejemplo representativo en el que se exhibe la evolución de los menús a lo largo del tiempo. Cabe destacar que la cocina catalana es conocida por su creatividad y por el uso de materias primas de gran calidad. Asimismo, su gastronomía está influenciada por la costa y la montaña. "El pan con tomate, las sopas de ajo, los mejillones de roca, las ortigas o la inmensa variedad de setas" son algunos de los platos más distinguidos, tal y como destacan en la descripción de la exposición. 

Como ocurre en otras regiones, los platos con más tradición se van replicando de generación y generación, y otros muchos han tomado como referencia la versión original para realizar una interpretación nueva y más actual. Pero la fuente de sabiduría de estas propuestas gastronómicas no solo está en el boca a boca o en la destreza del cocinero o cocinera, sino que también tienen parte de importancia los libros o manuscritos de antaño, en los que se enseñaba al detalle la elaboración de los platos que componían el recetario en aquel momento. Véase, como ejemplo, el 'Libro de Sent Soví (c. 1324)', que es considerado "el recetario más antiguo en una lengua europea distinta del latín" o el 'Libro de todos modos de potajes (c. 1425)', que sirve como guía para saber cómo preparar esta propuesta tan reconfortante y nutritiva. Dentro de esta exhibición, de acceso libre y gratuito y que se puede visitar hasta el 1 de junio en el Palau Robert, de Barcelona, también se encuentran otras publicaciones de interés, como 'La cocinera catalana (1835)', que recoge todas las claves para adquirir la destreza y los conocimientos necesarios para desenvolverse con habilidad frente a los fogones y conocer de cerca todo el proceso que rodea a la elaboración de los platos. Incluso existen manuscritos específicos que se centran en una única labor: la de "instruir en el arte de trinchar aves, pescados y carnes en las mesas reales durante la época medieval", señalan, según se observa en la obra 'Ars cisoria' de 1423. 

Sin perder de vista sus raíces y sus productos autóctonos, con el tiempo la gastronomía catalana abrió la puerta a otras culturas y a nuevos alimentos, provenientes de América: "el tomate, el pimiento, la patata, el maíz, el cacao o el pavo", que poco a poco fueron integrados dentro de su recetario, y que dieron lugar a uno de sus iconos culinarios, el "pan con tomate", al que después seguirán "los sofritos, la patata en todas sus vertientes y variedades o la colorida y sabrosa escalivada", informan en la web. Cabe destacar el importante papel que jugó "el ama de casa", ya que asumió el rol de "primera chef, cuando en algunas masías y casas se acogían viajeros, les daban alojamiento y se les servía comida", indican. 

Con el tiempo, la gastronomía de la Comunidad Autónoma experimentará una transformación, que estará influenciada por tres momentos históricos destacados. A partir de la apertura del Motel Empordà en 1961, se "cambia el concepto de comida para sustituirla por el comer y el cenar" y, debido a su proximidad con Francia y teniendo en cuenta que "a finales de los 70 se produjo el nacimiento de la nouvelle cuisine", comentan, se apuesta por la innovación, "buscando platos más ligeros y con menos salsas". A esto se suma la aparición del restaurante 'El Bulli' del chef Ferrán Adrià, el cual mostrará que otro tipo de cocina es posible gracias a la incorporación de "nuevos utensilios, ingredientes y técnicas científicas en la gastronomía".

Con esta exposición no solo se deja constancia de la transformación culinaria catalana con sus platos, sino también en la carta de sus menús, la cual se ha ido adaptando a las tendencias del momento, pasando de los "soportes básicos escritos a máquina a los actuales menús minimalistas", así como de aquellas "enormes y suntuosas cartas de los años 80 y 90 o la redacción explicativa de los platos" a modelos más compactos que recogen lo esencial, explican.

FOTO PRINCIPAL.: Exposición 'Enseñar las cartas' en el Palau Robert de Barcelona.