El verano nos ayuda a modificar nuestras rutinas diarias, lo que puede influir positivamente en nosotras. En muchos casos se favorece la práctica de actividad física en personas sedentarias. Los factores considerados estímulos positivos que influyen en este cambio serían variados:

-La reducción de responsabilidades pues ya no existe la excusa de la falta de tiempo porque tenemos una mayor libertad a todos los niveles.

-El cambio ambiental ya que los días son más largos y más agradables a determinadas horas del día o de la noche.

-La compañía de otras personas que nos motivan.

-La nueva localización es una circunstancia positiva que te animará a realizar tu deporte habitual o probar otro que resulte adecuado a ese nuevo entorno y condiciones ambientales.

El aumento de temperatura que acompaña a la época estival implica que el ambiente en el que se realiza el ejercicio puede resultar asfixiante y reducir el deseo de practicarlo, además de ser peligroso si se presentan mareos o desmayos, por ejemplo. Adaptarse a la nueva situación es fundamental para disfrutar de una actividad física saludable. Sería recomendable:

1-Buscar un equilibrio a nivel nutricional. Practicar ejercicio con el estómago lleno perjudica el rendimiento y la digestión. Hacerlo con el estómago vacío y a alta temperatura puede provocar una lipotimia. Un plátano, una barrita de cereales o un puñado de nueces pueden ser la solución. También es fundamental mantener un nivel de hidratación adecuado antes, durante y después del ejercicio.

2-Evitar percances innecesarios. No es necesario correr riesgos porque cada uno conoce sus limitaciones y no debe esforzarse sin sentido.

3-Hacer estiramientos. Empezar y finalizar el ejercicio precisa una progresión de la intensidad y el tratamiento correcto de músculos y ligamentos.

4-Olvidar el sedentarismo. No se puede empezar a correr por la playa a 35 grados. Dosifica tu energía y selecciona. Es fundamental elegir la actividad física que mejor se adapte a la persona y situación.

5-Recomendaciones específicas. No se puede realizar ejercicio en las horas centrales del día, en las que la temperatura es muy elevada o si se prevé una ola de calor o una tormenta eléctrica. Practicarlo a primera o última hora del día y sin previsiones climatológicas extrañas, es lo correcto.

6-Recomendaciones generales. Aplicarte un fotoprotector de alta potencia y usar ropa adecuada (de algodón, cómoda, fresca, ligera, transpirable y de color claro), zapatillas deportivas, gorra y gafas de sol. Adaptar tu indumentaria deportiva a las circunstancias ambientales es fundamental para practicar deporte con seguridad.

Si sientes mareos, náuseas, dolor de cabeza o calambres musculares lo mejor es dejar de practicar ejercicio. Es el momento de descansar e hidratarte correctamente. Si se mantienen estos síntomas, se incrementa su intensidad o aparecen otros, consulta al médico.