Los españoles se gastaron en 2023 1.730,91 euros de media en alimentación y bebidas para el consumo doméstico. La cifra supone un desembolso mensual de 144 euros por persona, una cifra algo superior a la del año anterior (133 euros por persona). Este incremento no se produjo por un auge en el consumo, sino por el encarecimiento de la vida producida por la inflación durante estos dos últimos años.

Según estimaciones del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, los datos de 2023 marcan un nuevo máximo histórico en gasto en alimentación en España, superando por poco los datos de 2020, cuando el consumo doméstico de alimentos se disparó debido a las restricciones de movilidades generadas por la pandemia de la Covid-19.

El gasto en alimentos crece a un ritmo inferior al IPC y a los salarios

Si bien el gasto en alimentos creció el último año, la evolución del desembolso de los españoles en alimentación es inferior al incremento de los sueldos y del precio de la vida. En los últimos 14 años, el gasto en alimentos para uso doméstico en España ha crecido un 17,65%, mientras que los sueldos se han incrementado un 29%. En relación con el auge de los precios, entre 2010 y 2023 el Índice de Precios de Consumo ha crecido un 31,9%, el doble que el gasto en alimentación.

El precio prima por delante de los alimentos ecológicos y de comercio justo

Los datos del Ministerio de Agricultura muestran cómo la demanda de alimentación fresca creció en 2023, hasta situarse en el 37,6% del volumen de alimentos comprados. En relación con el gasto, los alimentos frescos supusieron el 40,5% del desembolso de las familias en alimentación. Sin embargo, el encarecimiento de la cesta de la compra hizo que los españoles consumieran menos pescado y aceites.

En todo caso, el precio es el principal motivo por el que los españoles deciden comprar unos alimentos u otros. Según datos desprendidos del estudio 'Conductas sostenibles de la población española' publicado en diciembre, dos de cada tres españoles aseguran que valora el origen ecológico de los alimentos, pero solo un 40% afirma comprar estos productos de forma habitual.

Por otro lado, el 80% de los encuestados asegura que aumentaría la compra de productos ecológicos y comercio justo si no fuesen más caros que los habituales.