En septiembre de 2024, Alberto Toval puso en marcha Chesscul, una escuela de ajedrez en línea que no solo ofrece formación para distintos niveles y edades, sino que también ha lanzado una innovadora propuesta de talleres terapéuticos. Estos talleres, organizados en colaboración con asociaciones malagueñas de pacientes con Alzheimer, Parkinson ...
En septiembre de 2024, Alberto Toval puso en marcha Chesscul, una escuela de ajedrez en línea que no solo ofrece formación para distintos niveles y edades, sino que también ha lanzado una innovadora propuesta de talleres terapéuticos. Estos talleres, organizados en colaboración con asociaciones malagueñas de pacientes con Alzheimer, Parkinson y Esclerosis Múltiple, están diseñados para utilizar el ajedrez como una herramienta de estimulación cognitiva.
Las sesiones siguen una metodología simple pero eficaz: se enseñan las reglas básicas del ajedrez, se realizan ejercicios dirigidos y se juegan partidas supervisadas, todo adaptado al ritmo y capacidad de cada participante. La acogida ha sido muy positiva tanto por parte de los pacientes como de sus cuidadores, quienes destacan mejoras como una menor ansiedad, mayor capacidad de concentración y un mejor estado de ánimo general.
Una relación prometedora entre ajedrez y mente
Más allá de ser un juego de estrategia o un deporte mental, el ajedrez involucra habilidades cognitivas como la memoria, la atención, la planificación y la resolución de problemas. Estas funciones suelen verse afectadas por enfermedades neurológicas, lo que ha despertado el interés por investigar si la práctica del ajedrez puede ayudar a frenar su deterioro.
Un metaanálisis publicado en 2023 analizó el impacto de los juegos de mesa tradicionales en la salud cognitiva de adultos mayores. Los hallazgos fueron alentadores: mientras juegos como el Go o el Mahjong mostraron mejoras en la atención y en las funciones ejecutivas, el ajedrez demostró tener un efecto positivo en la calidad de vida. Aunque aún se necesitan más estudios concluyentes, proyectos como el de Chesscul enriquecen el debate y sirven como referencia para futuras intervenciones.
Mirando hacia el futuro
Lo que comenzó como una iniciativa puntual aspira ahora a convertirse en una propuesta estable dentro de muchas asociaciones de salud. "Nuestro objetivo es incorporar el ajedrez en todas aquellas entidades cuyos usuarios puedan beneficiarse de su potencial terapéutico", asegura Alberto Toval, convencido del impacto positivo que esta actividad puede tener en quienes enfrentan enfermedades neurodegenerativas.
Desde Málaga, Chesscul pone en evidencia que un juego con siglos de historia puede convertirse en una herramienta actual para mejorar la salud, el bienestar y la conexión entre personas.