Verano es sinónimo de disfrutar, salir y recargar energías. También es la época en la que, con la llegada del calor, nos motivamos para cuidar más nuestra figura; sin embargo, es importante hacerlo de una forma inteligente.

"Hacer dieta" no tiene por qué ser sinónimo de sacrificio ni de prohibiciones estrictas. El objetivo debe ser adoptar buenos hábitos que podamos mantener a largo plazo. Elvira Berengüí, responsable de Nutrición de PronoKal Group®, explica que "en verano no tenemos más hambre que el resto del año. Lo que ocurre es que en verano comemos más entre horas, esto debido al desajuste de la rutina y a las vacaciones, donde nos excedemos en sustancias como los dulces o el alcohol que son alimentos muy calóricos, provocando en muchos casos una subida de peso con respecto a otras estaciones".

Tips para un verano sin culpa

Por eso, la experta comparte unos consejos sencillos pero importantes a seguir, si quieres vivir un verano "sin culpas" y disfrutar de una buena salud sin excesos:

1. Aprovecha los eventos y el clima del verano para moverte con alegría. El atardecer es el momento ideal para salir a caminar, correr o hacer yoga al aire libre: las temperaturas bajan y los colores del cielo lo convierten en una experiencia relajante. Además, muchas localidades celebran fiestas y bailes populares en plazas o calles peatonales, una excusa perfecta para bailar, socializar y mantenerte activo casi sin darte cuenta. ¡Moverte también puede ser una fiesta!
2. Evita el alcohol en exceso y prioriza el agua. Las bebidas alcohólicas pueden dar sensación de frescor momentáneo, pero en realidad favorecen la deshidratación. En su lugar, opta por agua fresca, infusiones frías o bebidas naturales sin alcohol para mantener tu cuerpo bien hidratado y activo durante el verano.
3. Opta por comidas ligeras pero equilibradas. En verano, el cuerpo necesita menos energía, pero no por ello debemos saltarnos nutrientes clave. Apuesta por platos sencillos que incluyan siempre una fuente de proteína, como huevo, pollo a la plancha, atún, tofu, gambas o legumbres cocidas, y acompáñalos con una buena ración de verduras frescas como tomate, pepino, calabacín, espinacas, pimientos o rúcula. Puedes presentarlas en ensaladas, salteados rápidos o cremas frías. No te olvides de la cena: mantener una rutina con alimentos de calidad también por la noche ayuda a conservar la masa muscular y a descansar mejor.
4. Duerme las horas suficientes, cierra las pantallas (móviles, TV, etc.) un par de horas antes, la "luz azul" interfiere en el descanso.
5. ¿Por qué no te preparas tus propios helados caseros? Disfrutar de un postre frío y saludable en verano es muy sencillo. Puedes congelar mousse de vainilla o de chocolate en recipientes individuales para obtener un helado cremoso sin esfuerzo. Otra opción es verter la mezcla en moldes para polos, añadir rodajas de fruta, hojas de menta o un toque de canela para personalizarlos a tu gusto. ¡Una manera deliciosa y refrescante de cuidarte!

"En estos meses es necesario establecer una alimentación pautada, sana y equilibrada, descansar las horas necesarias, realizar una rutina de actividad física para mantener activos y quemar grasa, no saltar comidas y por ende no perder nuestra rutina alimentaria, y, sobre todo, es muy importante beber un mínimo de 2 litros de agua por día", declara Berengüí.

Y recuerda, no se trata de hacer sacrificios, sino de aprender a disfrutar de alimentos nutritivos y mantenernos activos de una forma que podamos sostener a largo plazo. Puedes alcanzar un peso saludable sin caer en las trampas de las dietas rápidas y poco efectivas y encontrar maneras saludables y sabrosas de satisfacer tus deseos de comida. Este verano, diles no a las dietas milagro y di sí a un peso saludable y a una vida más plena