Qué es exactamente el core (y por qué deberías prestarle atención) El término core no es una moda de los gimnasios: hace referencia a nuestro centro de gravedad, a la base que da estabilidad a todo el cuerpo. No se trata solo de los abdominales visibles, sino también de músculos más ...
El término core no es una moda de los gimnasios: hace referencia a nuestro centro de gravedad, a la base que da estabilidad a todo el cuerpo. No se trata solo de los abdominales visibles, sino también de músculos más profundos como el transverso del abdomen, el diafragma, los oblicuos, los multífidos y el suelo pélvico.
En resumen, el core es el núcleo que conecta el tren superior e inferior. Si está fuerte y activo, todo lo demás funciona mejor.
Fortalecer esta zona no solo te ayudará a sentirte más tonificada o evitar dolores de espalda. También puede marcar un antes y un después en tu bienestar diario:
La buena noticia es que no necesitas máquinas ni grandes rutinas para activar tu core. Puedes empezar en casa con movimientos sencillos y efectivos como:
Lo importante es mantener la técnica, conectar con la respiración y no olvidar que menos es más: con 10-15 minutos bien hechos, es suficiente.
Muchas mujeres -especialmente a partir de los 40- comienzan a notar molestias urinarias, sensación de debilidad o pérdida de tono en la zona baja del abdomen. Aquí entra en juego una parte fundamental del core: el suelo pélvico. Fortalecerlo con ejercicios específicos (como los de Kegel) mejora la salud íntima, la postura y hasta la vida sexual.
Puede que fortalecer el core no se note tanto como una manicura nueva o una piel bronceada, pero créenos: se siente. En tu energía diaria, en cómo te mueves, cómo duermes, incluso cómo respiras. Incluirlo en tu rutina es un regalo silencioso pero transformador.
Así que la próxima vez que pienses en hacer ejercicio, no te centres solo en lo que se ve. Recuerda que tu fuerza real -y tu salud- también se construyen desde dentro.