Según Rosi Fernández, estilista y directora de Ananda Ferdi, "el cuero cabelludo es piel, y como tal, también reacciona a los cambios estacionales, al polen, a los picos de estrés o a la exposición solar creciente". Así que sí, el cambio de estación afecta a tu melena. Los síntomas más ...
Según Rosi Fernández, estilista y directora de Ananda Ferdi, "el cuero cabelludo es piel, y como tal, también reacciona a los cambios estacionales, al polen, a los picos de estrés o a la exposición solar creciente". Así que sí, el cambio de estación afecta a tu melena. Los síntomas más habituales son:
● Cuero cabelludo más sensible, irritado o con picor. Especialmente en personas con tendencia atópica o alérgica.
● Mayor caída estacional del cabello. Aumento de la caída, aunque visible en primavera y otoño, es habitual en cada cambio de estación.
● Deshidratación capilar. Como consecuencia de cambios de temperatura, exposición solar y aire más seco.
En Ananda Ferdi recomiendan siempre personalizar los tratamientos de acuerdo con las necesidades de cada cuero cabelludo. Durante esta época, aconsejan, especialmente, hacer, en primer lugar un diagnóstico profesional personalizado. Antes de cualquier tratamiento, es importante llevar a cabo un análisis capilar completo para determinar si hay sensibilidad, descamación, exceso de sebo o caída. "No todos los picores significan lo mismo. A veces el cuero cabelludo necesita calmarse, otras veces hidratarse, y otras estimularse", comenta Rosi Fernández.
En un segundo plano, los expertos opta por ofrecer en los centros estéticos tratamientos calmantes y revitalizantes. En función del diagnóstico, se pueden aplicar protocolos y productos específicos como:
● Tratamientos calmantes para cuero cabelludo sensibilizado
● Tratamientos energizantes contra la caída estacional
● Masajes con aceites esenciales que favorecen la microcirculación, relajación y oxigenación del folículo piloso.
Finalmente, y ya en casa, se pueden realizar rituales muy beneficiosos para el mantenimiento del cuero cabelludo. Por ejemplo, es ideal usar champús suaves y específicos según cada necesidad (calmantes, energizantes, reequilibrantes...) e incrorporar tónicos sin aclarado para reforzar la fibra capilar. Y, recuerda: evita fórmulas agresivas con siliconas, sulfatos o alcoholes secantes.
Un cuero cabelludo equilibrado es clave para que el cabello crezca fuerte y bonito. Por eso, cuidarlo no es un capricho. Es salud.