Dale una tregua a tus pies con estos ejercicios adaptados al hogar

Merce Rey  

En verano solemos pasar más tiempo en los espacios exteriores, disfrutando de un buen paseo o corriendo por una zona verde. Si a esto le sumamos las horas que pasamos de pie o sentadas en el trabajo, nuestros pies reclaman a gritos un descanso ante la actividad frenética. Dedícales unos minutos de tu tiempo para masajearlos y fortalecerlos. 

17/06/2025

Los pies son una de las extremidades que más se castigan a lo largo del día, ya que además de soportar el peso del cuerpo, tiene que estar siempre activa en nuestros desplazamientos ofreciéndonos un buen agarre para evitar las caídas o los resbalones y en algunas ocasiones, dependiendo del ...

Los pies son una de las extremidades que más se castigan a lo largo del día, ya que además de soportar el peso del cuerpo, tiene que estar siempre activa en nuestros desplazamientos ofreciéndonos un buen agarre para evitar las caídas o los resbalones y en algunas ocasiones, dependiendo del calzado elegido y del tiempo que se lleve puesto, está sometiéndose al roce, al sudor y a la presión continua, sobre todo si el zapato está muy apretado.

Reserva un hueco al final de tu jornada para sumergirlos bajo el agua, hidratarlos y masajearlos. Después, colócate unos calcetines suaves, que no te aprieten y con los que puedas estar cómoda descansando un rato con las piernas extendidas sobre el sofá.

Para masajearlos no tendrás que comprar ningún material, tan solo realizando unos cuantos movimientos sobre la planta baja de los pies conseguirás aliviar el dolor. En el videotutorial de Profesor de Yoga Online explican paso a paso cómo realizar cinco ejercicios. El primero consiste en hacer rotaciones hacia delante y hacia atrás. Para ello, agarra con una mano el tobillo y con la otra los dedos de los pies y comienza a hacer los movimientos indicados. Para el siguiente deberás colocar tus dedos pulgares en el talón e ir deslizándolos por toda la superficie plantar como si fuera un abanico. Después, haz movimientos con los nudillos, masajeando bien desde abajo a arriba y viceversa. Tras este ejercicio, deberás desplazar tus pulgares unidos desde el talón al dedo gordo del pie ejerciendo cierta presión. Después, repite el proceso hasta la parte central y nuevamente hasta el último dedo del pie. Para terminar, agarra el pie con las manos desde el talón y ve moviéndote hacia la parte de arriba para liberar toda la tensión acumulada. 

Con el fin de mejorar el agarre durante una caminata o cuando sales a correr y reducir el riesgo de padecer lesiones, es importante que fortalecezcas los tobillos y que lo hagas de forma habitual. En el vídeo que viene a continuación publicado por Rehabilitación Segura muestran tres ejercicios a modo de ejemplo, pero existen muchos más para hacer y no son nada complicados. Comienza subiendo y bajando los talones varias veces hasta quedar de puntillas. Luego, colócate sobre una pierna y estira la otra, pliega del pie hacia delante, como sugieren en el vídeo. Después, cambia de posición y haz lo mismo con la pierna contraria. Por último, aguanta el equilibrio con una pierna estirada, mientras flexionas la rodilla de la otra pierna y desciendes. Repite cada uno de los ejercicios varias veces.

Pero tan importante es la fuerza como el equilibrio, por lo que además de incluir en tu rutina ejercicios para fortalecer los pies, sería recomendable que añadieses unos cuantos para reforzar el equilibrio, que además te ayudarán a fortalecer los músculos, mejorar la coordinación, la movilidad y reducir las lesiones. En el canal de Oficina Activa recopilan un conjunto de prácticos movimientos que podrás seguir cómodamente desde tu hogar. Descálzate, coge una pelota pequeña y colócala en suelo, pon el pie izquierdo sobre ella y deslízalo hacia delante. Procura llevar la pelota cada vez más lejos. Repite el ejercicio varias veces y hazlo también con el pie derecho. Seguidamente, consigue dirigir la pelota hacia el lateral izquierdo sin dejar de moverla con los pies. El experto también indica que se puede realizar el mismo movimiento sin necesidad de usar una pelota. Repítelo con el otro pie. Seguidamente, dirige la pelota hacia atrás, flexionando ligeramente la rodilla, dejando caer la cadera hacia atrás y el cuerpo hacia delante. Finalmente, lleva la pelota por detrás del otro pie, intentando que sea lo más lejos posible. Es una manera también de controlar el desequilibrio, corrigiendo la postura y manteniendo la posición de la pierna que actúa como soporte.

FOTO PRINCIPAL.: Foto de Yan Krukau.

Para que la relación de pareja mejore con los años
Qué es el skin dieting del que todo el mundo habla
¿Cómo funciona el cerebro cuando nos `enamoramos´?

Cookie Consent

This website uses cookies or similar technologies, to enhance your browsing experience and provide personalized recommendations. By continuing to use our website, you agree to our Privacy Policy