Las imágenes que vemos a través de la lente y que inmortalizamos con el dispositivo fotográfico nos permiten congelar un pedacito de nuestra historia para poder revisarlo y contemplarlo con detenimiento tiempo después. Estas sirven como recuerdo de un viaje, una reconexión con el pasado cuando echamos a alguien en ...
Las imágenes que vemos a través de la lente y que inmortalizamos con el dispositivo fotográfico nos permiten congelar un pedacito de nuestra historia para poder revisarlo y contemplarlo con detenimiento tiempo después. Estas sirven como recuerdo de un viaje, una reconexión con el pasado cuando echamos a alguien en falta porque ya no está o como una prueba para observar los cambios que se van produciendo a lo largo de nuestra vida, no solo a nivel de la moda o de las tendencias sino también la evolución física de una persona o un entorno que nos rodea porque puede haber algo que ya no está en él o que haya sido modificado. Es lo que ocurre, por ejemplo, cuando hay un solar vacío durante un largo periodo de tiempo y en un momento dado se decide levantar un edificio afectando a la configuración del paisaje que le rodea o cuando un inmueble ha renovado su fachada exterior para mejorarla, dejando a un lado la pintura blanca para dar paso a la colocación de una fachada ventilada, de modo que permite mejorar su aislamiento. También nos permiten visualizar los cambios producidos en una época de la historia, ver las costumbres, tradiciones o conocer la forma de vivir de sus gentes. El Espacio Cultural Serrería Belga de Madrid ha incorporado a su catálogo de exposiciones temporales la muestra 'Después de todo. Fotografía en la Colección Helga de Alvear', dedicada a tres momentos históricos: "la herida abierta que dejó la Primera Guerra Mundial, la reconstrucción postbélica o la reconfiguración del orden político mundial tras la caída del muro de Berlín", tal y como se indica en la nota de prensa. De este modo, el espectador descubre a través de la mirada del fotógrafo un momento en la historia en el que se produce un cambio significativo que lo transformará todo a su paso y ya nada volverá a ser igual que antes. En estas fotografías no hay rostros humanos ni ningún elemento de vida ni tampoco se muestran paisajes, tan solo están las construcciones o los espacios interiores y él que está observando al otro lado es quien los completa. A su vez, cada instantánea que compone la exhibición sirve para reflejar la evolución del arte fotográfico en función del artista o del momento en el que haya sido realizada la toma, que abarca desde la "Nueva Objetividad de los años 20 y 30, precedidos por Eugène Atget, pasando por el archivo melancólico de Bernd y Hilla Becher a partir de 1959 y desembocando con sus alumnos, artistas de la Escuela de Düsseldorf", indican.
Algunas de las fotografías expuestas han pasado por "procesos de distanciamiento, deshumanización o ensimismamiento son puestos en práctica junto a operaciones de apropiación, producción o manipulación digital, dejando a la fotografía suspendida entre la más radical objetividad y la ficción", señalan desde la página web del festival PHotoESPAÑA 2025, del que también forma parte.
María Jesús Ávila, una de las comisarias de la exposición junto con Sandra Guimaräes, directora del Museo Helga de Alvear, considera que esta colección está conectada de algo modo con el tiempo actual, ya que, aunque se tratan de acontecimientos pasados, sentimientos como la melancolía por algo que ya no va a volver o la incertidumbre por lo que nos deparará el futuro siguen acompañando a la población hoy en día. La experta reconoce que "la melancolía ante formas de vida que están a punto de desaparecer, presentes que son ya vestigio o están marcados por la inminencia de su propia muerte y la incertidumbre ante un futuro que se presenta incierto, marcan cada uno de los tiempos históricos que recoge esta exposición y van al encuentro de nuestro presente".
Por su parte, Guimaräes, directora del Museo Helga de Alvear, señala que este proyecto comenzó a gestarse "antes del fallecimiento de Helga de Alvear el pasado febrero" y asegura que esta galerista y coleccionista alemana que desde pequeña ya le apasionaba el coleccionismo y que llevó su pasión a la práctica en forma de Museo de Arte Contemporáneo en Cáceres, "fue una líder visionaria, con un lugar propio en la historia del arte contemporáneo. Ejemplo de ello son las obras de las que disfrutamos y que ella supo poner en valor cuando no había conciencia de que la fotografía era mucho más que archivo, individual y común, sino también una representación icónica y creativa, herramienta para el arte", tal y como apuntan en la nota de prensa.
La muestra se puede visitar de forma gratuita de martes a viernes, de 11:00 a 20:00 horas, los sábados de 12:00 a 20:00 horas, mientras que los domingos, el horario es un poco más reducido, de 12:00 a 18:00 horas.
FOTO PRINCIPAL.: Imagen de la exposición 'Después de todo. Fotografía en la Colección Helga de Alvear' extraída del perfil de X de Espacio Cultural Serrería Belga de Madrid.