Los especialistas señalan que la manipulación psicológica implica una serie de acciones dirigidas a la distorsión mental y la explotación emocional de otra persona para conseguir ejercer control sobre ella, con el objetivo de obtener cierto beneficio u alcanzar el objetivo deseado. La persona que ejerce la manipulación se aprovecha de ...
Los especialistas señalan que la manipulación psicológica implica una serie de acciones dirigidas a la distorsión mental y la explotación emocional de otra persona para conseguir ejercer control sobre ella, con el objetivo de obtener cierto beneficio u alcanzar el objetivo deseado.
La persona que ejerce la manipulación se aprovecha de la otra generando un desequilibrio de poder que utiliza a su favor para poder conseguir sus propósitos. Cuando se establece este tipo de relación, existe un claro ganador (el manipulador emocional) y un perdedor (su víctima).
La manipulación psicológica en la pareja es más difícil de detectar porque existe un vínculo emocional que no permite analizar la situación de forma objetiva. Este tipo de manipulación tiene consecuencias negativas porque destruye las bases de la relación y suele provocar una profunda falta de confianza en la víctima.
La persona que ejerce manipulación emocional en la pareja suele despreciar los sentimientos, opiniones, criterio, valores, deseos y necesidades del otro, y antepone o impone los suyos. El resultado de esta actitud provoca que la víctima experimente frustración, resentimiento y una intensa insatisfacción con la relación.
En algunos casos, especialmente en las primeras fases de la relación, la persona que manipula emocionalmente a la pareja utiliza una estrategia diferente realizando demostraciones excesivas de atención y afecto con el objetivo de que la relación progrese de forma más rápida. Así genera una alta intensidad emocional en su víctima que le impide pensar y la lleva a tomar decisiones con las que no se siente cómoda. Cuando intenta pararlo, se le recrimina su falta de compromiso y entrega en la relación que han establecido.
Un riesgo de la manipulación psicológica en la pareja, especialmente cuando se presenta a lo largo de los años, es que el manipulador termine eliminando la personalidad de su víctima, generando una relación de absoluta dependencia en la que tiene el poder absoluto. Muchas personas que han salido de relaciones de larga duración en las que han sido manipuladas, sienten una profunda despersonalización y falta de autoestima. El primer paso para poder recuperarse de todo lo vivido y el sufrimiento a nivel emocional implica volver a descubrirse a una misma.
Para poder identificar que la persona con la que estás estableciendo una relación de pareja ejerce manipulación debes centrarte en los actos y no en las palabras que dice. Al inicio de la relación, los manipuladores son personas encantadoras y aduladoras pero, si eres capaz de fijarte en los detalles, podrás detectar que sus conductas no expresan lo mismo. Piensa que una persona que dice que te ama pero que te presiona continuamente y coloca tus necesidades o deseos en un segundo plano, probablemente está intentando manipularte.