"Mankeeping", ¿por qué seguimos criando a hombres adultos?

J.Lizcano

Imagina esto: acabas de terminar tu jornada laboral, haces la compra, recoges a los niños, preparas la cena, y todavía tienes que recordarle a tu pareja que ponga la lavadora. No es que no sepa hacerlo, simplemente no lo hace. Si esta escena te resulta familiar, probablemente estés haciendo mankeeping, ¡sin saberlo siquiera!

04/07/2025

El término "mankeeping" se ha vuelto cada vez más popular en redes sociales y espacios feministas. Se refiere a esa carga invisible y emocional que muchas mujeres asumen dentro de una relación: cuidar, organizar, recordar y educar a su pareja adulta como si fuera un niño grande. No es amor, ...

El término "mankeeping" se ha vuelto cada vez más popular en redes sociales y espacios feministas. Se refiere a esa carga invisible y emocional que muchas mujeres asumen dentro de una relación: cuidar, organizar, recordar y educar a su pareja adulta como si fuera un niño grande. No es amor, no es compañerismo: es trabajo no remunerado.

¿Qué es exactamente el mankeeping?

No se trata solo de tareas domésticas. El mankeeping va más allá de barrer o cocinar: implica recordarle al otro sus responsabilidades, anticiparse a sus necesidades, gestionar su agenda, mantener la armonía emocional de la casa y, en muchos casos, ser su terapeuta emocional sin formación profesional. Es hacer que él funcione para que la pareja funcione.

Es un tipo de carga mental, pero aplicada a la pareja masculina. Es preguntarle: "¿Llamaste a tu madre? ¿Pediste cita en el médico? ¿Pagaste el seguro?" Es ser la secretaria, la madre, la planificadora, la contenedora emocional.

Desde pequeñas, a las mujeres se nos enseña que debemos cuidar, complacer, sostener. Somos las organizadas, las detallistas, las que piensan en todo. A los hombres, por el contrario, se les enseña que pueden olvidarse de esas cosas porque ya habrá alguien que las haga por ellos.

La cultura refuerza esta dinámica constantemente: desde series y películas que romantizan a mujeres curando hombres emocionalmente indisponibles, hasta frases como "detrás de un gran hombre hay una gran mujer". El problema es que esa mujer suele estar agotada.

¿Y si no lo hago, quién lo hace?

Muchas mujeres sienten que, si no toman ese rol, todo se desmorona. Y muchas veces es cierto: si dejas de recordarle que compre el regalo para su madre, simplemente no lo hace. Pero ahí está el punto: si tú lo haces, él nunca aprenderá. La dependencia se refuerza.

Aquí es donde entra el apoyo social y comunitario. Las mujeres no deberían estar solas en esta lucha por relaciones más equitativas. Necesitamos redes de apoyo, conversaciones honestas entre amigas, terapia de pareja si es necesario y, sobre todo, valentía para soltar el control. Delegar no es abandonar. Es permitir que el otro también crezca, asuma, se equivoque y aprenda.

¿Cómo romper con esta dinámica?

El mankeeping es una carga silenciosa, pero real. Reconocerlo es el primer paso para cambiarlo. Vamos a ver algunos consejos para cambiar esa dinámica a algo más positivo:

- Visibiliza el problema: Ponle nombre. Hablar de mankeeping ayuda a identificarlo como algo estructural, no como un "problema personal de pareja".

- Habla con tu pareja: Con calma, pero con firmeza. No se trata de culpar, sino de abrir los ojos a una dinámica injusta.

- Deja espacio para el error: Si estás acostumbrada a controlar todo, delegar puede ser incómodo. Pero es parte del proceso.

- Busca apoyo: Ya sea en amigas, redes sociales o con profesionales. No estás sola, y no tienes que hacerlo todo.

- No romantices el sacrificio: Estar exhausta no es sinónimo de amor. Una relación sana se construye desde el equilibrio.

Las relaciones no deberían ser espacios donde una persona cría emocionalmente a la otra, sino alianzas donde ambas partes crecen, se sostienen y se responsabilizan.

Amar no debería implicar perderse a una misma en el proceso. Romper con el mankeeping no es fácil, sobre todo cuando está tan normalizado que cuesta siquiera identificarlo. Pero cuanto más hablemos de ello, más herramientas tendremos para construir vínculos más sanos, equitativos y conscientes.

Porque no se trata de hacerlo todo solas ni de asumir más carga emocional explicando, guiando o esperando el cambio. Se trata de decir basta, de poner límites claros y de recordar que el amor no debe sentirse como una obligación constante. Porque cuidar también implica cuidarte a ti.

Para que la relación de pareja mejore con los años
Qué es el skin dieting del que todo el mundo habla
¿Cómo funciona el cerebro cuando nos `enamoramos´?

Cookie Consent

This website uses cookies or similar technologies, to enhance your browsing experience and provide personalized recommendations. By continuing to use our website, you agree to our Privacy Policy