El término Butter Skin hace referencia a una piel tan suave, luminosa y flexible que parece mantequilla. A diferencia del acabado mate o del glow exagerado tipo "glass skin", esta tendencia apuesta por el equilibrio perfecto entre hidratación, nutrición y brillo saludable, sin verse grasienta. Pero no te preocupes, no se trata de aplicarte mantequilla literal. El Butter Skin busca un acabado hidratado, luminoso y natural, con una textura que casi se funde con tu piel. ¿Quieres saber cómo conseguirlo? Aquí te contamos todo.

Imagina una piel que parece naturalmente radiante, con una textura aterciopelada, sin poros visibles, ni capas pesadas de maquillaje. ¿La clave? Productos que nutren e iluminan a la vez, junto con una técnica que prioriza el cuidado de la piel tanto como el maquillaje. Por eso, el Butter Skin es ideal para pieles secas o apagadas, pero también puede adaptarse a pieles mixtas o grasas si se eligen los productos adecuados. Es perfecto para quienes buscan un look fresco, natural y radiante, tanto de día como de noche. Además, esta tendencia es muy versátil: puedes llevarla en un maquillaje de diario o potenciarla para eventos especiales con un toque de iluminador extra.

Cómo conseguir el look Butter Skin paso a paso

A continuación te compartimos una rutina sencilla para lograr este efecto mantequilla irresistible:

1. Preparación de la piel

El Butter Skin empieza mucho antes del maquillaje: con una buena rutina de skincare. La piel debe estar limpia, hidratada y nutrida.

• Limpia con un gel suave.
• Aplica una esencia hidratante o bruma facial.
• Usa un suero con ácido hialurónico o niacinamida para mejorar la textura.
• Finaliza con una crema rica pero ligera que deje sensación de confort sin engrasar.

2. Primer luminoso

Elige un primer hidratante con efecto glow que suavice la textura y aporte ese brillo suave desde la base.

3. Base ligera y jugosa

Olvídate de las bases pesadas. Lo ideal es usar una base de cobertura media o ligera, con acabado satinado. Puedes mezclarla con una gota de iluminador líquido para más efecto "mantequilla".

4. Corrector puntual

Corrige solo donde sea necesario (ojeras, manchas, rojeces). El objetivo es dejar la piel respirar.

5. Rubor y bronzer en crema

Los productos en crema son esenciales. Aportan un aspecto más natural y se integran mejor con la piel.

• Aplica rubor en crema en mejillas y un poco en la nariz para un toque saludable.
• Usa bronzer o contorno en crema para dar dimensión, pero sin marcar demasiado.

6. Iluminador sutil

Evita los iluminadores con partículas gruesas. Opta por fórmulas líquidas o en crema, que den un brillo húmedo, no metálico. Aplícalo en puntos clave: pómulos, nariz, arco de cupido y párpado móvil.

7. Fijador hidratante

Finaliza con un spray fijador hidratante para sellar el maquillaje y aportar aún más jugosidad. Evita los polvos si quieres mantener ese acabado mantequilla. Si necesitas matificar zonas, hazlo solo en el centro del rostro y con un polvo muy fino.

¿Por qué amamos el Butter Skin?

Porque es un recordatorio de que el maquillaje no tiene que ocultar, sino realzar. El Butter Skin celebra la textura natural, el glow saludable y el cuidado de la piel. Es un estilo que se siente tan bien como se ve, y lo mejor: ¡es facilísimo de lograr! Así que, ¿lista para probarlo? Prepárate para una piel que derrite miradas.