Descubre Madrid de una forma distinta a como la habías hecho hasta ahora. Después de perderse por sus jardines y zonas verdes buscando la mejor sombra o esa tranquilidad que tanto ansiabas, realizar una ruta cultural por sus edificios o monumentos más emblemáticos, asistir a un espectáculo musical, teatral o ...
Descubre Madrid de una forma distinta a como la habías hecho hasta ahora. Después de perderse por sus jardines y zonas verdes buscando la mejor sombra o esa tranquilidad que tanto ansiabas, realizar una ruta cultural por sus edificios o monumentos más emblemáticos, asistir a un espectáculo musical, teatral o visitar una exposición que tenías pendiente en la agenda, organizar una ruta gastronómica por los restaurantes o cafeterías que siempre te habían llamado la atención, pero que todavía no habías tenido oportunidad de ir, disfrutar de los mágicos atardeceres que te regala el templo de Debod y descargar toda la adrenalina en sus parques de atracciones… Es el momento de realizar un recorrido olfativo por los tesoros que esconde esta ciudad, de la mano del perfumista y coleccionista de arte Ernesto Ventós, a través de la exposición 'En el compás del verano. Percepciones olfativas de la villa de Madrid' se "conectan piezas de artistas contemporáneos con las creaciones del propio Ventós bajo su alter ego NASEVO, en las que el lenguaje de la perfumería -familias olfativas, pirámide olfativa, sinfonías de notas- encuentra correspondencias visuales", tal y como se observa en la descripción de la muestra.
Se podría decir que es un proyecto tangible porque el punto inicial de este itinerario es la Palacio de Cibeles que nos recibe con su aroma a violetas, un olor dulce, agradable y suave que nos transporta al lugar en el que las violeteras repartían estas flores. Hoy en día es posible volver a reconectar con esta estampa de la vida cotidiana a través de la emblemática tienda La Violeta, situada en la Plaza de Canalejas, donde se pueden adquirir caramelos, bombones, mermelada, miel, vinagre, té, azúcar y hasta piezas de porcelana decoradas con esta bonita flor. Tras dejar atrás este lugar, toca continuar con el viaje y visitar la Plaza Mayor, allí nos espera el olor a chocolate, que nos lleva a la Casa de la Panadería, que data de 1590 y es un emblema para el gremio de panaderos. Este producto nos conecta con el chocolate con churros, una tradición que todavía nos acompaña en la actualidad por ser capaz de atemperar el cuerpo en los días más fríos y por alimentar el alma cuando no tenemos mucha energía. Después del sabor dulce es necesario buscar el contraste con un aroma cítrico y fresco como el que nos proporciona el limón. Este encuentra su conexión con el Instituto San Isidro, un centro educativo con historia y que recuerda a este olor, que también está relacionado con las fiestas populares y San Isidro, una cita en la que este fruto aromatiza tanto las limonadas y las rosquillas. Otra de las flores características de Madrid es el clavel y su punto de encuentro es la Plaza de Oriente, su color rojo y su intenso aroma nos permiten ir de verbena y acompañar a los chulapos y chulapas, ya que son un símbolo de la tradición madrileña y se encargan de rendir culto al clavel, colocándolo en la solapa de la chaqueta y como complemento de su peinado, respectivamente. Las rosas, por su parte, están asociadas al Parque de la Bombilla, un espacio en el que estar en contacto con la naturaleza y en el que encontrar "las raíces olfativas de Madrid, nacidas en los jardines moriscos y presentes en su folclore, sus fiestas y patrimonio", señalan en la descripción. Una vez dejado atrás el aroma de las flores, es necesario agudizar el sentido del olfato de nuevo, así como también el oído, para acudir al edificio Conde Duque y venir cargada de energía, ya que es en este emplazamiento donde los bailares ensayan y representan su función en un escenario compuesto por tablas de madera y resina. Antes de dar paso a la última parada de este tour por la ciudad conviene desplazarse hasta Matadero, un espacio de gran amplitud compuesto por naves de ladrillo y acero en el que la cultura renace, reinventa y renueva de forma constante y, con el que se homenajea al cuero y a su característico olor que no pasa desapercibido, y al pasado artesanal y cultural de la instalación. Por último, en el Espacio Cultural Serrería Belga se recoge "una composición olfativa que reúne todas estas notas en una experiencia multisensorial envolvente creada para la ocasión. Más que un recorrido urbano, esta propuesta entrelaza arte, historia y emoción, invitando a sentir Madrid a través del olfato como un puente entre pasado y presente", tal y como destacan en la página web de Serrería Belga.
Esta exposición, incluida dentro de la programación de 'Veranos de la Villa' se podrá ver de forma gratuita hasta el 3 de agosto.
FOTO PRINCIPAL.: Imagen del cartel de la exposición 'En el compás del verano. Percepciones olfativas de la villa de Madrid' extraída de la página web de la Serrería Belga.