Internet nos ha facilitado la vida a la hora de contratar un viaje, una estancia o una escapada para estas vacaciones. Sin embargo, esa facilidad también se ha traducido en un aumento de estafas asociadas a la contratación. Alojamientos que no existen, viajes fraudulentos o excursiones inexistentes, entre otras cosas. ...
Internet nos ha facilitado la vida a la hora de contratar un viaje, una estancia o una escapada para estas vacaciones. Sin embargo, esa facilidad también se ha traducido en un aumento de estafas asociadas a la contratación. Alojamientos que no existen, viajes fraudulentos o excursiones inexistentes, entre otras cosas. Así que para evitar caer en la trampa de los estafadores, lo mejor es seguir unos simples consejos con los que minimizar el fraude. La empresa OnLygal, especializada en soluciones de protección jurídica y servicios legales, te propone un decálogo a seguir.
Nadie da nada gratis, así que ante un precio excesivamente bajo, desconfía y léete la letra pequeña de tu contrato. Es buena idea que compares otros anuncios similares para tener un referente del mercado y que no te den gato por liebre.
No te fíes de enlaces que te han llegado por redes sociales o mails. Lo mejor es hacerlo a través de plataformas de confianza o agencias certificadas. Y ante enlaces sospechosos o archivos adjuntos no solicitados, evitar interactuar.
Fíjate en el símbolo de seguridad que acompaña al "https" en la barra de direcciones y no entres en lugares en lo que no esté en verde. También echa un vistazo a la gramática utilizada y en la redacción, ya que los sitios fraudulentos suelen tener un traducción con muchos errores ortográficos.
Es sencillo comprobarlo utilizando Google Maps. También es bueno mirar las reseñas de diferentes sitios referentes a ese alojamiento o comprobar que las fotos sean más o menos las mismas.
Dedica algunos minutos a mirar las reseñas de ese lugar visitando plataformas reconocidas. Y sospecha si no aparece ninguna o todas son demasiado positivas.
Si te insisten mucho en hacer rápidamente la reserva con conceptos como "última oportunidad" o "hay muchos interesados", suele ser un signo de presión asociado a estafa. Las comunicaciones deben ser claras, a poder ser, a través de los canales oficiales. Evita también dar datos personales que no tiene porqué requerirte en una reserva oficial.
Lo mejor es hacer el pago a través de plataformas oficiales con sistemas de pago que cuenten con autenticación reforzada y evitar las transferencias bancarias directas o bizum.
Ante cualquier duda, se recomienda pedir una videollamada, más fotos o una copia de la licencia turística. Peticiones a las que suelen dar evasivas o rechazan los estafadores al evitar el contacto directo.
Estas pruebas son imprescindibles para cualquier reclamación en caso de necesidad. Tanto folletos y ofertas comerciales, contratos, facturas, billetes, correos, capturas de pantalla, como cualquier otro intercambio.
Procura informarte previamente de los procedimientos y vías legales para ejercer cualquier reclamación si, a pesar de haber tomado precauciones, has caído en la trampa de los estafadores. En ese caso, lo primero es reclamar a través de los canales habilitados e intentar resolverlo por la vía amistosa. Si no hay respuesta, es aconsejable recurrir a la vía judicial con el asesoramiento de un experto legal como OnLygal.