La esteticista y experta en medicina estética Marta García nos da cinco claves para cuidar la piel del rostro este verano. 1. Prepara tu piel antes del sol con antioxidantes tópicos y orales. No esperes a que aparezca el daño solar. Fortalece la piel desde dentro con polifenoles (como el extracto de ...
La esteticista y experta en medicina estética Marta García nos da cinco claves para cuidar la piel del rostro este verano.
1. Prepara tu piel antes del sol con antioxidantes tópicos y orales.
No esperes a que aparezca el daño solar. Fortalece la piel desde dentro con polifenoles (como el extracto de granada, astaxantina o licopeno) y aplica de forma tópica por la mañana antioxidantes como vitamina E, vitamina C, ácido ferúlico o resveratrol. Actúan como fotoprotectores biológicos, reforzando el efecto del SPF y previniendo hiperpigmentaciones.
2. Modula la microbiota cutánea con posbióticos.
El sol, el cloro, la contaminación y los lavados excesivos alteran la microbiota del rostro. Utiliza cosmética con posbióticos y lisados bacterianos (como Lactobacillus Ferment o Bifida Lysate) para reforzar el ecosistema natural de la piel y reducir brotes, rojeces y deshidratación reactiva.
3. Evita el efecto rebote exfoliando con enzimas o PHA.
Los clásicos AHA o peelings químicos fuertes no son lo más recomendable en verano. Cambia a enzimas (papaína, bromelina) o polihidroxiácidos (gluconolactona, lactobiónico), que respetan la barrera y evitan la sensibilidad posexposición solar.
4. No apliques productos con alcohol, menta, o aceites esenciales antes del sol. Tampoco perfume ni colonia, porque algunos de sus ingredientes interaccionan con el sol y pueden causar hiperpigmentaciones (bergamota, cítricos...).
Muchos tónicos, brumas o cosméticos "refrescantes" contienen alcohol desnaturalizado, agua de bergamota, mentol o cítricos fotosensibilizantes. Estos ingredientes pueden generar irritación, manchas o incluso dermatitis por fototoxicidad, especialmente si te expones al sol después de aplicarlos.
5. Tu piel necesita reparar de noche: dale lo que el día le quita.
Por la noche, aplica activos que calmen, regeneren y refuercen, como pantenol, niacinamida, ácido hialurónico o péptidos. Las rutinas nocturnas deben compensar el daño oxidativo y térmico acumulado durante el día.