Bulos y desinformación sobre lactancia materna desmontados por una experta

María Robert

En 2024 en España el 98% de las futuras madres tenían en sus planes amamantar, sin embargo, el 40% abandona antes de los seis meses. Estos son los riesgos de abandonar esta práctica siguiendo consejos sin base científica que circulan en internet

11/09/2025

Las estadísticas revelan que, en 2024 en España, el 98% de las futuras madres tenían en sus planes dar el pecho, sin embargo, el 40% abandona antes de los seis meses. Tal y como afirma Unicef, en los últimos años, el número de lactantes menores de seis meses alimentados exclusivamente ...

Las estadísticas revelan que, en 2024 en España, el 98% de las futuras madres tenían en sus planes dar el pecho, sin embargo, el 40% abandona antes de los seis meses. Tal y como afirma Unicef, en los últimos años, el número de lactantes menores de seis meses alimentados exclusivamente con leche materna ha aumentado en más de un 10% en todo el mundo, sin embargo, a pesar de este incremento, las dificultades persistentes y la desinformación vinculada a esta práctica, hace que los datos aún sitúen a la lactancia materna lejos de los objetivos indicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La lactancia materna está rodeada de realidades, pero también de mitos y desinformación. Las madres primerizas o las mujeres que se plantean dar el pecho recurren a fuentes de información poco fiables, cargadas de conceptos sin base científica que les lleva a abandonar esta práctica. Es por eso que enfermeras especialistas en Obstetricia y Ginecología (matronas) recuerdan los riesgos de fiarse de los bulos para tomar decisiones en salud y resuelven las principales dudas en torno a esta práctica para evitar que las madres usen la peor y más común de las formas para tomar la decisión de dar el pecho: hacer caso a la desinformación.

Bulos y desinformación

La lactancia está rodeada de mitos y bulos, desde que la leche puede no ser alimento suficiente para el bebé o que el pecho puede perder firmeza en su práctica. La desinformación impacta de forma negativa en aquellas mujeres que tienen dudas sobre dar el pecho y cuya única fuente de información son bulos sin evidencia clínica.

"La producción de leche en el cuerpo de la madre está constantemente adaptándose a las necesidades del bebé, según el momento del día, la estación del año o la edad del bebé. Incluso aún en determinadas circunstancias, como puede ser una enfermedad o un sobreesfuerzo. Es erróneo pensar que la leche materna no es alimento suficiente para el bebé, ya que esta siempre va a ser la que el bebé necesita. El cuerpo de la madre trabajará intensamente para producir leche de la más alta calidad, para ello usará todas las reservas adquiridas durante el embarazo, sin embargo, factores como la obesidad, el tabaquismo, el consumo de alcohol o una dieta pobre en nutrientes y ciertas condiciones metabólicas se asocian con menor probabilidad de iniciar y mantener la lactancia exclusiva, así como una menor duración de esta", indica Lina Marcela Molano, enfermera especialista en Obstetricia y Ginecología (matrona) del Hospital Universitario de Getafe (Madrid).

La lactancia precisa de un entrenamiento madre-bebé que parte de los consejos y cuidados que las matronas transmiten, pero no siempre es una práctica sencilla como circula en internet. El apoyo de los profesionales sanitarios asegurará que la técnica se perfeccione y se convierta así en un acto cotidiano y satisfactorio tanto para la madre como para el bebé. "Es importante recordar a las madres que la lactancia no siempre es fácil y que es un proceso en el que hay que entrenar y que, como cualquier otra práctica, requiere de una experiencia previa. También hay que incidir en la necesidad constante de los recién nacidos de mamar, a causa de su pequeño estómago, por lo que la madre pasará muchas horas dando el pecho", sigue la matrona.

Otro de los bulos que circula sobre la lactancia materna gira en torno a la firmeza del pecho. "Amamantar no causa que los pechos pierdan firmeza. La evidencia disponible indica que los principales factores asociados con la pérdida de firmeza son el número de embarazos, la edad materna, el índice de masa corporal, el tamaño mamario previo y el tabaquismo, pero no la lactancia en sí misma. Estudios han demostrado que los cambios en la forma o firmeza de los senos es similar en mujeres que amamantaron y en las que no lo hicieron, y que la lactancia no es un factor de riesgo independiente para la firmeza mamaria. La firmeza del pecho depende de la elasticidad de las células de la piel. El pecho aumentará de tamaño al llenarse de leche y al no volver a llenarse tras el fin de la lactancia, las células de la piel se habrán estirado en numerosas ocasiones. Cuando la elasticidad de las células de tu piel es escasa, estas se rompen y el tejido no vuelve a su sitio. Por eso es clave recordar a las madres la importancia de incorporar omega 3 en su dieta, agua suficiente e hidratación externa", concluye la especialista.

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